Asprocan (Asociación Organizaciones de Productos del Plátano de Canarias),denuncia que las bananas procedentes de Latinoamérica y los países APC (áfrica, Caribe y Pacífico), además de disfrutar de una bajada de los aranceles en las importaciones, están sometidas a unos controles menos rigurosos que los del plátano canario.
Entre las dificultades a que se enfrentan los productores de plátano canario en 2010 está una bajada del 4,92% de los precios prevista por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Una condición más que sumar a las exigencias que la Unión Europea impone a estos productores: severos controles, medidas medioambientales, seguridad en el trabajo y alimentaria, unido a los costes salariales, señalan fuentes de la patronal del plátano.
“La Unión Europea sabe perfectamente que todo esto tiene un coste muy elevado”, señala Francisco Rodríguez, presidente de Asprocan, “sin embargo, es muy condescendiente con los productos que vienen de fuera de la UE y no les exige las garantías mínimas de seguridad”.
Asprocan destaca los controles rigurosos a que se somete el Plátano de Canarias, que puede tardar sólo siete días en pasar de la planta a la frutería, a diferencia de 35 a 45 días que pueden pasar viajando los latinoamericanos y africanos hasta llegar al mercado español. A diferencia de la banana, el menor tiempo de traslado del Plátano de Canarias disminuye la emisión de gases de efecto invernadero y permite que la fruta pase más tiempo en la planta, obteniendo una mejor maduración, más azucares y menos almidones y mayor cantidad de nutrientes.