El Comité Europeo de las Regiones (CDR) ha pedido la creación de un sistema europeo de etiquetado obligatorio con un código cromático con el objetivo de inculcar buenos hábitos alimentarios desde la infancia.
La propuesta forma parte de una amplia serie de recomendaciones recogidas en el Dictamen titulado «Incentivos locales y regionales para promover dietas saludables y sostenibles» , que además sugiere que se sopese la introducción de cambios en la ordenación territorial y las infraestructuras, así como el uso de instrumentos como los impuestos, las subvenciones y la legislación.
El ponente del dictamen, Nikolaos Chiotakis (EL/PPE), concejal de Kifisiá, afirmó que “los patrones esenciales de conducta relevantes para la salud que se desarrollan en la infancia y la juventud permanecen durante toda la vida. Los dulces, la comida basura y las bebidas azucaradas han desplazado la dieta tradicional a base de frutas y hortalizas, pescado y aceite de oliva. Nuestros hijos consumen demasiada sal, azúcar y grasas en los productos que comen”.
El CDR también insiste especialmente en la importancia de los programas educativos en las escuelas para promover un estilo de vida saludable y activo, haciendo particular hincapié en la enseñanza preescolar y primaria.
De aceptarse por los responsables de la toma de decisiones del Consejo Europeo y el Parlamento Europeo, la recomendación del CDR significará que los productores de alimentos deberán utilizar colores en los envases de los productos alimenticios en toda la UE a fin de proporcionar al consumidor información clara sobre el contenido de azúcar, sal y grasas de los alimentos. El etiquetado sobre las propiedades nutricionales estará también disponible en línea. Un enfoque obligatorio cambiaría radicalmente la situación actual, dado que, en numerosos casos, son los propios fabricantes de alimentos quienes deciden por su cuenta cuáles de sus productos son lo suficientemente saludables para anunciarse como alimentos adecuados para la infancia. Estos anuncios tendrían que justificarse con el cumplimiento de especificaciones paneuropeas.
Deben promoverse alternativas saludables como frutas y verduras, productos lácteos bajos en grasa y cereales integrales, según el dictamen, en el que también se afirma que es fundamental disponer de una oferta de alimentos sostenibles.