La producción combinada de la pesca de captura y la acuicultura alcanzará los 201 millones de toneladas para el año 2030, lo que supone un 18% más con respecto al actual nivel de producción de 171 millones de toneladas.
Así, la producción pesquera mundial continuará aumentando durante la próxima década, a pesar de que la cantidad de peces capturados en el medio natural se ha estabilizado y el crecimiento de la acuicultura, que antes era exponencial, ahora se ralentiza, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Pero el crecimiento futuro requerirá esfuerzos constantes para reforzar los regímenes de gestión pesquera, reduciendo las pérdidas y el desperdicio, y abordando problemas como la pesca ilegal, la contaminación de los ambientes acuáticos y el cambio climático”, según el informe.
“El sector de la pesca es crucial para cumplir el objetivo de la FAO de un mundo sin hambre y malnutrición, y su contribución al crecimiento económico y la lucha contra la pobreza va en aumento”, aseguró el director general de la FAO, José Graziano da Silva.
“Sin embargo, el sector no está exento de desafíos, incluida la necesidad de reducir el porcentaje de poblaciones de peces capturados más allá de la sostenibilidad biológica”, asegura Graziano.
En 2016, se capturaron en el medio natural 90,9 millones de toneladas de pescado, una ligera disminución de dos millones de toneladas respecto del año anterior, debido principalmente a las fluctuaciones periódicas en las poblaciones de la anchoveta peruana asociadas al evento de El Niño.
En general, la cantidad de peces capturados en el medio natural se ha estabilizado a partir de la década de 1990 y se ha mantenido en gran medida estable desde entonces. A pesar de ello, el mundo lleva consumiendo cantidades cada vez mayores de pescado desde hace décadas (20,4 kilogramos per cápita en 2016 frente a poco menos de 10 kilogramos/por habitante en la década de 1960) gracias en gran medida al aumento de la producción de la acuicultura, un sector que se expandió rápidamente durante las décadas de 1980 y 1990.
En 2016, la producción acuícola llegó a los 80 millones de toneladas, según el informe de la FAO de 2018, aportando el 53% de todo el pescado destinado al consumo humano. Si bien el crecimiento de la acuicultura se ha desacelerado ya que experimentó un crecimiento anual del 5,8% entre 2010 y 2016, comparado con el 10% en las décadas de 1980 y 1990, continuará aumentando en las próximas décadas, en especial en áfrica.
Los esfuerzos para reducir la cantidad de peces que se descartan en el mar o se desechan después de la captura (por ejemplo, usando los descartes y recortes para producir harina de pescado) ayudarán también a cubrir el continuo incremento en la demanda de productos pesqueros.
Alrededor del 59,9% de las principales especies de peces comerciales que la FAO supervisa se pescan ahora a niveles biológicamente sostenibles, mientras que el 33,1% se pescan a niveles biológicamente insostenibles, situación que el informe describe como “preocupante”.
Hace apenas 40 años, el 90% de las pesquerías monitoreadas por la FAO se explotaban a niveles biológicamente sostenibles, y solo el 10% se pescaba de forma insostenible.