Jamón ibérico, pescados, mariscos, turrones y dulces son algunos de los productos más afectados tras el repunte del consumo durante las Navidades que conlleva un aumento de excedentes en un 150%.
“Los excedentes de gama alta son muy abultados y será preciso hacer pronto campañas de recolocación”, afirma Javier Arbex, director general de byeFood, empresa dedicada a la liquidación directa de excedentes alimentarios. De este modo, explica que “ha sido un año malo para el jamón ibérico, por ejemplo, en favor de variedades más económicas”, asegura Arbex.
La mayoría de los excedentes saldrán al comercio a precios rebajados, pero los canales comerciales habituales de las empresas no son siempre un conducto eficaz, ya que la propia clientela del productor tiene exceso de género y no puede asimilar más, ni siquiera a bajo precio.
Otra parte del excedente irá a la industria, como ingrediente para platos precocinados, liofilizados, purés o cremas. “Es el destino habitual de champiñones, hortalizas y algunas variedades de fruta; sin embargo, cada vez nos encontramos más productores que desean perderle menos dinero al stock y probar otras fórmulas”, asegura Arbex. “Muchos productores hortofrutícolas están empezando a experimentar en cuarta gama, y esto les exige abrir nuevas vías para deshacerse de los excedentes y cortos de fecha”, afirma.