El pasado año quedará marcado, si las cosas no empeoran en los próximos años, como el de la mayor crisis de la historia del sector agrícola y ganadero, a juicio de algunas organizaciones agrarias.
“La problemática del campo en este año puede resumirse en la falta de rentabilidad de las explotaciones y la falta de medidas de los Gobiernos para solucionarlas. Durante 2009 todos los sectores han estado en crisis, desde el porcino ibérico hasta el cerealista pasando por el olivar, el ovino, el vino, las frutas y hortalizas, el vacuno, lácteo, etc.”, según ASAJA-Córdoba.
Y añade: “La grave situación por la que atraviesa el sector agrario tiene su origen en una profunda crisis de mercado con precios hundidos, los abusos de la gran distribución que hacen que los márgenes entre origen y destino sean enormes, unos costes de producción disparados, y unos apoyos de la PAC que han ido perdiendo peso relativo año tras año con los recortes de la última reforma de la PAC y la congelación de los pagos compensatorios desde hace 15 años. Con todo ello, los agricultores y ganaderos junto a los consumidores están siendo los grandes perjudicados de toda esta situación”.
El gran acontecimiento agrario de 2010, según determinadas asociaciones agrarias, será la negociación de los nuevos presupuestos de la UE que regirán a partir de 2014, cuyo debate ya ha comenzado con unas perspectivas nada halagüeñas, ya que existe un documento de la Comisión Europea según el cual España podría perder 2.000 millones de euros al año sólo en la PAC.
Asimismo, comenzarán los debates sobre la nueva PAC que habrá a partir del 2013, que estarán dirigidos por el nuevo Comisario de Agricultura, el Rumano, Dacian Ciolos, y con una estructura de funcionamiento de la UE modificada por la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, en la que el Parlamento Europeo tendrá un importante peso en las decisiones a tomar. Y todo esto sin olvidar las negociaciones en el seno de la Organización Mundial del Comercio, que pueden traer negativas consecuencias para el sector agrario en su conjunto.
Según esas organizaciones agrarias, “no se tendría que permitir el cierre de más explotaciones lácteas ya que solo quedan unas 800. Ahora sería un buen momento para hacer un plan de choque para garantizar la supervivencia de este sector que tiene unas infraestructuras de las mejore de la UE, con esfuerzo y muchos jóvenes que querían continuar; un 90% de las explotaciones tienen relevo generacional. Mientras tanto Estados Unidos ha puesto un programa contrato para la pérdida de ingresos lácteos del 2009 al 2012 que ayuda a cubrir el déficit cuando la leche baja a 16,96 cuando es el precio base. Eso es garantizar un seguro de pérdidas.
La Presidencia Europea de España tendría que servir, a juicio de esas organizaciones, para que la Comisión y el Consejo de Europa hiciesen una reflexión de lo que está haciendo la UE para el sector agrícola y ganadero, hacerlo producir a bajo precio con muchas obligaciones de normativas de bienestar animal que hacen encarecer el producto haciendo aborrecer al ganadero”.