La cadena de distribución Eroski supera la auditoría de cadena de custodia de acuicultura certificada GLOBAL GAP, que acredita que las especies de venta en sus pescaderías y procedentes de este tipo de cría se han producido de manera segura y sostenible. Así, 361 mostradores de pescadería de sus tiendas comercializan dorada, corvina, lubina y rodaballo con sello GGN.
Las exigencias del sello GLOBAL GAP abarcan, entre otras, el análisis del impacto medioambiental, el control periódico de la inocuidad alimentaria, el control de la calidad del agua, el control de la trazabilidad del producto o el adecuado uso del caudal.
Asimismo, certifica un consumo adecuado de pienso, lo que repercute en un mejor cuidado del fondo marino y un mejor aprovechamiento del recurso de la pesca; el control de fugas limitando así la proliferación de especies invasoras; el establecimiento de medidas de bienestar animal; la garantía de adecuadas condiciones laborales y el establecimiento de sistemas de gestión de calidad, entre otros.
“En Eroski estamos comprometidos con un modelo alimentario sostenible y avanzamos para ofrecer al consumidor nuevas opciones para una alimentación más saludable y más responsable” ha afirmado el director de Salud y Sostenibilidad de la cadena, Alejandro Martínez Berriochoa. “Esta certificación internacional es una garantía para nuestros clientes de que el pescado fresco con este sello procede de una acuicultura sostenible”.
Así, el grupo consolida su apuesta por los frescos y la comercialización de alimentos más responsables como base para una alimentación saludable y sostenible, pilar básico que se recoge en el quinto punto de sus recién renovados compromisos por la Salud y Sostenibilidad.