Tanto el volumen como el valor de las operaciones de compra realizadas en España con tarjetas españolas aumentaron en 2017, alcanzando aproximadamente los 3.429 millones de operaciones, con un valor global superior a los 135.247 millones de euros. Estas cifras representan un 12,6% y un 8,7 % de incremento sobre el año anterior, respectivamente, continuando la tendencia observada en los últimos ejercicios, según revela la “Memoria anual sobre vigilancia de las infraestructuras de los Mercados financieros 2017”, publicada hoy por el Banco de España.
Así, esta entidad señala que “la evolución del importe total de las operaciones realizadas con tarjeta sigue un perfil similar al del gasto en consumo privado de los hogares, aunque a unas tasas de crecimiento mayores, reflejando el peso creciente de las tarjetas de pago como instrumento para canalizar el consumo de los hogares”.
En cuanto al número de tarjetas en circulación, se incrementó un 6,4% en términos interanuales, siguiendo la tendencia creciente iniciada en 2015. De este modo, a finales de 2017 había 79,3 millones de tarjetas emitidas en España, de las cuales 52,4 millones eran de crédito, lo que supone un incremento interanual del 7,4% y 26,9 millones de débito, suponiendo su crecimiento interanual el 4,6%.
Por lo que respecta al parque de cajeros y de terminales de punto de venta (TPV), a finales de 2017 había aproximadamente unos 50.839 cajeros en España, lo que representa un crecimiento del 1,8% respecto al año anterior. El número de TPV experimentó un crecimiento mayor, un 5,7% interanual, superando los 1,7 millones.
Respecto a los datos de fraude con tarjetas bancarias, la Memoria señala que durante 2017 se registraron 592.000 operaciones fraudulentas con tarjetas emitidas en España, por un importe en el entorno de los 40 millones de euros. Estas cifras suponen unas tasas de fraude del 0,017% en número de operaciones y del 0,020% en términos de importe.
En comparación con el año 2016, estas cifras han experimentado un descenso tanto en términos del número de operaciones (0,019% en 2016) como en términos de importe (0,022% en 2016). Teniendo en cuenta el número de tarjetas en circulación en España y las operaciones realizadas de media por tarjeta, las cifras anteriores suponen que de media hay una operación fraudulenta al año por cada 100 tarjetas, por un importe de 68 euros.
En concreto, “analizando los datos, y teniendo en cuenta el canal a través del cual se inicia la operación, se observa un descenso en la tasa de fraude de las operaciones realizadas por Internet, tanto en el importe, que pasa del 0,17% en 2016 al 0,15% en 2017, como en el volumen, que pasa de un 0,15% en 2016 a un 0,12 % en 2017”, señala el Banco de España.
Por otro lado, para las operaciones a distancia por canales diferentes de Internet, a través de llamadas telefónicas o correo electrónico, se ha registrado un descenso en la tasa de fraude en términos de importe, desde el 0,25% en 2016 al 0,23% en 2017, que se combina con un descenso en términos de número deoperaciones (del 0,19% al 0,13%).
En cualquier caso, del total de operaciones fraudulentas, un 67% corresponde al fraude en compras realizadas en TPV físicos y el resto a operativa remota (29%) y a cajeros (5%). En términos de importe, el fraude en compras a distancia supone un 45%, seguido del realizado en TPV físicos (36%), y el resto en cajeros automáticos (19%).
Finalmente, cuando se analiza el fraude por ámbito geográfico en términos relativos, se observa que, por número de operaciones, la mayor tasa de fraude en las operaciones de compra corresponde a las operaciones realizadas en el extranjero con tarjetas emitidas en España, siendo la tasa media de un 0,12% del total de operaciones (0,17% en compras en remoto y 0,05% en TPV físicos).