Este jueves 8 de junio entran en vigor las nuevas normas de defensa comercial destinadas a modernizar los instrumentos de defensa comercial de la Unión Europea, que permitirán a la UE imponer derechos más elevados en algunos casos al cambiar la “regla del derecho inferior”, abreviar el período de investigación para acelerar el procedimiento, aumentar la transparencia y la previsibilidad del sistema para las empresas y reflejar los altos estándares medioambientales y sociales aplicados en Europa.
La nueva normativa pone fin a una revisión a fondo de los instrumentos de defensa comercial de la UE, incluida una nueva metodología antidumping, que se puso en marcha en diciembre del año pasado.
En palabras de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, “la UE cree en un comercio abierto y justo, pero no somos librecambistas ingenuos. Hemos puesto pie en pared cuando ha sido necesario, adoptando medidas contra el dumping y los subsidios. Y ahora contamos en nuestro arsenal con nuevas normas de defensa comercial para hacer frente a algunos de los retos que hoy plantea el comercio mundial. Que nadie lo dude, haremos cuanto sea necesario para defender a los productores y los trabajadores europeos cuando otros distorsionen el mercado o se salten las normas”.
Por su parte, Cecilia Malmström, comisaria de Comercio, ha destacado que “finalmente, esta reforma tan esperada puede desplegarse y ponerse en práctica. Las empresas europeas buscaban un conjunto moderno de normas, y estoy convencida de que este nos proporciona los instrumentos necesarios para defender eficazmente a nuestra industria de las prácticas comerciales desleales. Creemos en el comercio abierto y basado en normas. Ahora estamos mejor equipados para defender a nuestras empresas si otros países no se atienen a las normas”.
Las nuevas normas abreviarán el actual período de investigación de nueve a siete meses para el establecimiento de medidas provisionales y dotarán al sistema de mayor transparencia. Las empresas se beneficiarán de un sistema de alerta temprana que las informará en caso de que vayan a establecerse derechos provisionales, ayudándolas así a adaptarse a la nueva situación.
Asimismo, la Comisión apoyará a las pequeñas y medianas empresas (pymes) a través de un servicio específico de asistencia técnica para pymes, que hará que les resulte más fácil participar en procedimientos de defensa comercial.
Además, a raíz de los cambios introducidos en la llamada “regla del derecho inferior”, la UE podrá imponer, en algunos casos, derechos más elevados. Esto se aplicará a los casos antisubvenciones, así como a los casos antidumping relativos a las importaciones de productos fabricados utilizando materias primas y energía suministradas a un precio artificialmente bajo.
En el marco de sus investigaciones, la Comisión también tendrá en cuenta los costes del cumplimiento de la legislación social y medioambiental de la UE a la hora de calcular los niveles de los derechos que pueda imponer, basándose en el perjuicio económico causado a las empresas.
Además, la UE no aceptará, en general, los compromisos de precios de países que tengan un mal historial en lo referente a las normas fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo y los acuerdos sobre medio ambiente. Por primera vez, los sindicatos también podrán participar en las investigaciones de defensa comercial.
Junto con la nueva metodología antidumping, ya en vigor, esta es la primera gran revisión en quince años de los instrumentos antidumping y antisubvenciones de la UE. Es el resultado de casi cinco años de trabajo, que ha incluido amplias consultas de múltiples partes interesadas y negociaciones con el Parlamento Europeo y el Consejo.