España redujo sus ingresos por compras de turistas de fuera de la Unión Europea en el primer cuatrimestre un 9%. La imagen negativa que se percibe en el exterior de Cataluña y la fortaleza del euro cambian las preferencias de los viajeros de largo recorrido.
Así lo revela la primera edición del Barómetro de Turismo de Compras 2018 elaborado por Global Blue, operador internacional de tax free, que pone de manifiesto cómo “una situación que comenzó siendo coyuntural meses atrás, está derivando en un problema crónico que puede contrarrestarse incrementado y mejorando la promoción de España como destino turístico en estos mercados emisores con mayor capacidad de gasto”.
Concretamente, como para estos viajeros de largo recorrido la planificación del viaje, incluida la obtención del visado, puede llevar como mínimo entre uno y tres meses y el conflicto catalán saltó en otoño, sus primeros efectos comenzaron a notarse en la recta final del pasado año.
Así entre noviembre y enero, el gasto se recortó un 4%, tendencia que se ha mantenido a la baja, cayendo cinco puntos porcentuales más en el conjunto del primer cuatrimestre, al no haberse puesto en marcha ningún plan de choque que neutralice sus efectos negativos, señala Global Blue.
Teniendo en cuenta que el turismo de compras es un turismo de ciudades y no de países, las cifras evidencian que esta imagen poco atractiva de España en el exterior afecta a sus dos principales destinos de shopping. Así, Barcelona, que concentra el 49% de los gastos por compras de turistas extracomunitarios del mercado nacional, redujo sus ingresos por shopping un 12%, mientras que Madrid, que se queda con 3,5 euros de cada diez, se retrajo un 10% hasta abril.
Un mal Año Nuevo Chino
Si atendemos a los resultados por nacionalidades, esta falta de interés por España como destino de compras se ha hecho notar especialmente entre turistas chinos, que redujeron su gasto en shopping un 10%. De esta forma, los comercios que esperaban hacer caja con las vacaciones del Año Nuevo Chino han visto cómo sus ingresos, especialmente por moda y complementos, marcaban también signo negativo.
De esta forma, a la imagen negativa que proyecta España y a la fortaleza del euro, que reduce su capacidad de compra, se le suma en este caso otro obstáculo de peso como es la poca agilidad para la emisión de visados, lo que empuja a estos turistas chinos a decantarse por otros destinos finales como Japón, Indonesia o Filipinas donde se lo pongan más fácil.
Precisamente, este tipo de cambio poco favorable, que afecta a todas las nacionalidades en general, es el que explica también que los turistas argentinos, que venían registrando un incremento del gasto del orden del 50%, hayan reducido su ritmo de crecimiento hasta el 8% como consecuencia de la devaluación del peso frente a la moneda común; una tendencia a la baja que se agudizará en los próximos meses, máxime tras la incertidumbre económica que ha llevado al país sudamericano a negociar un crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según Global Blue, los resultados evidencian que la mejora de la conectividad aérea con Asia y América que había hecho recortar a España posiciones años atrás ya se ha diluido, lo que pone sobre la mesa la necesidad de seguir ampliando las rutas con los mercados emisores con mayor capacidad de gasto, especialmente en la zona del Golfo Pérsico. Concretamente, mientras España apenas concentra un 3% de extracomunitarias procedentes de esta zona, competidores como Londres registran una cuota diez veces mayor.
Precisamente, “ser capaz de atraer una mayor diversidad de nacionalidades extracomunitarias es lo que ha permitido que la zona de levante y la costa del sol marque la excepción y contraste con la media nacional, aumentando sus ingresos por compras en un 12% y un 2%, respectivamente”, señala el operador.
En palabras del director general de Global Blue España, Luis Llorca, “salvo un cambio a corto plazo en la evolución del tipo de cambio entre el euro y el resto de monedas, no prevemos un inicio de verano positivo. Este entorno poco favorable debe ser contrarrestado, cuanto antes, con una política de promoción más amplia y profunda en los principales mercados que más contribuyen al gasto turístico per cápita: China, Asia Pacífico, América, Rusia y Oriente Medio”.