Bodegas Bilbaínas ha cerrado los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, desde julio de 2017 y hasta marzo de 2018, con un beneficio neto de 1,8 millones de euros, lo que supone un 14% menos respecto al mismo periodo del año anterior. Según ha destacado la compañía, este resultado se debe al efecto del incremento de los precios de la uva de Denominación de Origen Rioja en los últimos años sobre el coste de la venta, así como al impacto de la helada de 2017 en el resultado del proceso vitícola.
Asimismo, la cifra neta de negocio se situó en 11,9 millones de euros, por debajo de los 13,4 millones de euros alcanzados un año antes, mientras que el resultado de explotación asciende a 2,2 millones de euros, el resultado antes de impuestos a 2,3 millones de euros y el resultado después de impuestos a 1,8 millones de euros (2,6, 2,8 y 2,1 millones de euros, respectivamente, en el mismo periodo del ejercicio anterior).
Por otro lado, la bodega ha destacado que continúa apostando por el desarrollo de innovaciones de producto, implantación de tecnología avanzada para mejorar la productividad, mejoras de gestión medioambiental, novedades enoturísticas y mejora de las instalaciones.
De este modo, espera que la estrategia iniciada en el ejercicio 2014-2015, cuyo horizonte alcanza el 2020, “permita continuar con esta tendencia positiva durante el ejercicio, incrementar la cifra de negocios y una mejora de los resultados”. Asimismo, continuará promoviendo los proyectos de eficiencia operacional, así como, sus planes de inversiones, para seguir construyendo valor para sus marcas.