La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras consultar de forma exhaustiva el comportamiento de los precios de los productos frescos de consumo más habitual en la cadena alimentaria de los últimos cinco años, revela que los precios siguen multiplicándose. Especial es el caso de la patata que ha multiplicado en 7,4 veces su precio de origen.
La patata se está pagando a los productores a una media de 0,13 euros el kilogramo en lo que va de año; mientras que el consumidor estado pagando un euro el kilogramo de media, dejando a los productores con precios en origen a los mismos niveles que en 2014, sobre todo castigando a muchos agricultores de las zonas tradicionalmente productoras como Castilla y León.
Unión de Uniones, tomando como referencia el año 2013, ya que el año 2014 entraba en vigor la Ley de Mejora del Funcionamiento de la Cadena Alimentaria cuyo objetivo era el de corregir sus desequilibrios fortaleciendo al eslabón más débil –los productores-, destaca que lejos de conseguirlo, los márgenes se han mantenido invariables o estables en nueve productos de los analizados (ternera, cordero, calabacín, cebolla, judía verde plana, pimiento verde, tomate redondo liso, zanahoria y limón), han descendido en cuatro (naranja tipo Navel, clementinas, peras y huevos clase M) y han aumentado en ocho productos (pollo fresco, conejo de granja, cerdo, patata, acelga, lechuga romana, manzana Golden y plátano).
“Aun siendo cierto que, en relación a la cadena alimentaria, ha habido algunos avances con los plazos de pago de la industria y algo más de transparencia en las condiciones de contratación a los productores, el resultado de la aplicación de la ley es claramente insuficiente y desconsolador. Y se requiere de valentía para modificar el texto de la ley mejorándolo para que cumpla los objetivos que se marcaron en su día”, han declarado desde la organización.