Araven, fabricantes de carros y cestas para el sector retail, cerró 2017 con una facturación de 26,3 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 18% con respecto a 2016. El pasado año se comercializaron 700.000 cestas y 67.000 carros para la compra.
El 71% de la producción se vendió en el exterior, con presencia en 74 países. A la vez, el crecimiento en España fue del 26%, por lo que el mercado nacional se refuerza también como uno de los más importantes, junto con Francia, Reino Unido, México, Italia, Alemania, Portugal, Holanda, Polonia, Bélgica y Turquía.
Las dos unidades principales de negocio (conservación y manipulación de alimentos para la hostelería y cestas y carros para el sector retail) aportan ya casi los mismos ingresos, asegura Javier Villanova, consejero delegado de Araven.
El CEO de Araven resumió la etapa entre 2001 y 2017 como “una pyme en permanente transformación”, en la que se han vivido cambios en la propiedad o el impacto de años de crisis; además de adaptar sus líneas de negocio, de manera que los productos de menaje para el hogar han pasado de ser el buque insignia a un papel testimonial, mientras que los de equipamiento para compra han hecho el camino inverso y los de hostelería no han dejado de crecer y consolidarse.
Si en el año 2000, los 11,8 millones de euros de facturación se dividían en 11,7 millones en hogar, 5,9 en hostelería y 0,6 en cestas de compra, en 2017 los 26,3 millones alcanzados (un 44,5% más que al inicio de la etapa) se repartían entre 0,4 millones en hogar, 13,6 en hostelería y 12,3 en cestas y carros.
Villanova explicó en su conferencia en ESIC que el descenso de los productos para hogar se debió a estar “cautivos de la calidad” frente a la competencia en bajo precio de China. De esta forma, Araven se ha centrado en sus dos actuales focos de negocio, haciendo bandera de esta misma calidad, si bien las estrategias de ambos son distintas y mientras el equipamiento de compra se basa principalmente “en la innovación de producto”, en los productos para hostelería, aunque también es un componente importante, la clave es “la reputación de la marca”.
Desde septiembre de 2017, la plantilla se ha incrementado en un 18%, y alcanza ya los 62 empleados, entre la sede en Aragón, las filiales en México y EEUU y los representantes comerciales distribuidos en distintos países, por lo que Araven cuenta con trabajadores de 13 nacionalidades.
El equipo de profesionales se resalta como una de las claves del éxito, con datos como que se compaginan la juventud de la plantilla, 42 años de edad media, con la veteranía profesional y la continuidad, 14 años de antigüedad en la empresa, y una composición casi paritaria, con un 47% de mujeres.
En 2018, la empresa aragonesa se trasladará a las nuevas instalaciones de Villanueva de Gállego (Zaragoza), con más de 8.000 metros cuadrados de superficie, e iniciará un Plan Estratégico para los próximos cuatro años en los que prevé invertir seis millones de euros en nuevos productos.
Con la vista más a largo plazo, Villanova reconoció que las innovaciones tecnológicas hacen imposible saber cómo se comprará o cocinará en el futuro y cómo afectarán estos cambios a la empresa; aunque señaló la firme apuesta de la empresa por “la innovación con encaje comercial”, adecuándose a las demandas reales de los usuarios y buscando seguir siendo el referente tanto en cestas y carros como en soluciones para el profesional de la hostelería, “con la misma ilusión que cuando se fundó Araven”.