El grupo Procter&Gamble ha cerrado los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal con una facturación de 50.329 millones de dólares, lo que supone un incremento del 3% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, los beneficios de esta multinacional alcanzaron los 7.859 millones de dólares, es decir, un 40% menos que en el mismo período del ejercicio anterior, según publican en un comunicado.
Como le ha sucedido a otras empresas estadounidenses, las ganancias del trimestre que terminó en diciembre pasado se han visto afectadas por la reforma fiscal aprobada ese mes, lo que afectó al resultado acumulado en los últimos nueve meses.
“Hemos experimentado un modesto crecimiento en un entorno macroeconómico desafiante en el tercer trimestre”, asegura David Taylor, presidente y director Ejecutivo de la compañía. “Tenemos grandes negocios en varios mercados difíciles. Los ecosistemas en los que operamos en todo el mundo están siendo alterados y transformados. Cambiaremos a un ritmo aún más rápido ganando superioridad, costes y productividad en efectivo, y una organización y cultura fortalecidas”.
Con respecto al último trimestre, la compañía ha generado unos beneficios netos de 2.511 millones de dólares, un 0,4% menos con respecto al mismo periodo de 2017.