Según el informe The WealthReport, que analiza tanto las inversiones como las actitudes de los grandes patrimonios, elaborado por la consultora Knight Frank, el vino ocupa la segunda posición en las inversiones de lujo, con un crecimiento del 11% respecto al año anterior. En concreto, el estudio señala que el vino Premium queda por delante de otras inversiones como los relojes de lujo, las monedas de colección, las joyas, los coches, los sellos de colección y los diamantes de colores.
Sin embargo, se trata de un comportamiento previsible, ya que el crecimiento del vino ha sido de un vertiginoso 192% en los últimos diez años. El mercado asiático ha incrementado notablemente su interés por los vinos premium, en gran parte debido a la devaluación de la libra esterlina.
Además, hay que destacar el hecho de que los gustos de los compradores del Lejano Oriente se han vuelto extremadamente sofisticados, por lo que ha aumentado su interés por el mundo del vino, así como un mayor conocimiento del mismo, lo que supone una oportunidad única tanto para compradores como para vendedores.
La demanda de los Borgoña más premium es más fuerte que nunca. En concreto, el crecimiento, en el último año, de los vinos de California ha sido de un 380%, el de los champagne es de un 264% y el de los Borgoña de un 244%. Por su parte, los vinos del norte de Italia y de Burdeos han crecido un 166% y un 156% respectivamente. Así, pequeñas regiones como Burdeos y Borgoña continúan siendo las principales para invertir en vinos, consolidándose también los del Piamonte, La Toscana, y el champagne.
Sin embargo, el informe señala también que el interés por los vinos azules, más baratos, procedentes de Burdeos, Italia y California, ha descendido notablemente. Dentro de los espirituosos despunta el interés por el mundo del whisky, que ha tenido un crecimiento del 389% en los últimos diez años y un 44% en el último año, por delante de los coches clásicos de lujo o el oro.