El Parlamento Europeo ha aprobado una nueva ley sobre producción ecológica y etiquetado, cuyo contenido fue acordado en junio del año pasado, para apoyar a los productores y ofrecer a los consumidores productos de alta calidad. Así, el pleno respaldó esta con 466 votos a favor, 124 en contra y 50 abstenciones.
Los principales elementos de la legislación son asegurar alimentos ecológicos de calidad con controles estrictos a lo largo de toda la cadena de suministro. Así, a iniciativa del PE, se efectuarán controles in situ y para todos los operadores, al menos una vez al año o una vez cada dos años si no se ha detectado ningún fraude en los últimos tres años.
Además, las importaciones tendrán que respetar los estándares comunitarios. Las actuales reglas de “equivalencia”, que obligan a los países de fuera de la UE a respetar reglas similares pero no idénticas dejarán de aplicarse en un plazo de cinco años.
Por otro lado, se va a tratar de impulsar la producción dentro de la UE con un aumento de la oferta de semillas y animales ecológicos para responder a la demanda de los productores. Las excepciones que permiten el uso de semillas y animales convencionales en la producción ecológica expirarán en 2035.
Se permitirán las explotaciones que produzcan tanto alimentos convencionales como ecológicos, siempre que las dos actividades estén separadas de manera clara y efectiva y se facilitará la certificación en grupo para ahorrar tiempo y dinero a los pequeños agricultores que desean pasar a la producción ecológica.
Otro de los puntos que trata la nueva ley es evitar la contaminación con pesticidas químicos o fertilizantes sintéticos a través de medidas obligatorias para agricultores y otros operadores para evitar la contaminación. En caso de sospecha de presencia de un plaguicida o fertilizante no autorizado, el producto final no podrá etiquetarse como ecológico hasta que la contaminación no sea investigada; si la contaminación fue deliberada o el operador no aplicó las medidas preventivas, el producto perderá su estatus ecológico.
Los países que ya establecen umbrales máximos para las sustancias no autorizadas en los alimentos ecológicos, como los plaguicidas, podrán seguir haciéndolo pero deberán abrir su mercado a los productos de otros países de la UE que cumplan las normas comunitarias.
Cuatro años tras la entrada en vigor del reglamento, la Comisión evaluará sobre la efectividad de las normas para evitar la contaminación y sobre el efecto de los umbrales nacionales y propondrá, si lo ve necesario, legislación para armonizarlos.