Madrid se sitúa entre las ciudades, con una población mayor a los 200.000 habitantes, que menor densidad comercial de alimentación tiene por cada 1.000 habitantes, con 189,2 metros cuadrados. De hecho, se encuentra un 47,9% por debajo de la de Barcelona, donde esta ratio alcanza 279,8 metros cuadrados y supone menos de la mitad de la ciudad más concentrada (La Coruña), con 408 metros cuadrados.
Durante el pasado año, Madrid fue uno de los municipios donde se generaron más metros cuadrados del panorama nacional. Creció por valor del 4,4%, dando como resultado una red de 1.022 puntos de venta (599.363 metros cuadrados) al finalizar el periodo tras inaugurar 80 establecimientos con 37.731 metros cuadrados, según Retail Data.
En total, 11 ciudades españolas de las 25 más pobladas cuentan con una densidad comercial por debajo de la media nacional (292,2 metros cuadrados), pero es que además en 14 de esos municipios la densidad comercial se mueve por debajo de los datos medios de su provincia o comunidad autónoma.
Junto a Madrid, otras ciudades poco condensadas comercialmente hablando, son L’Hospitalet de Llobregat, Badalona, Bilbao, Alicante, Málaga, Palma o Las Palmas, además de Murcia, Valencia, Sevilla, Zaragoza o Jerez de la Frontera. En cuanto a las ciudades con una dotación de tiendas de alimentación superior a su provincia o comunidad, se sitúan Barcelona, Vitoria, Vigo, Elche, Terrassa, Córdoba, Granada, Valladolid y Cartagena, a las que debemos sumar Oviedo y A Coruña.
Analizado el comportamiento de la sala de venta productos de gran consumo en las principales 25 ciudades durante el último año, las mayores progresiones de la superficie se registraron en Terrassa, Madrid y Alicante.
En la ciudad catalana se contabilizó un crecimiento del 5,1% en sala de venta. De forma neta, operan 11 tiendas más que a finales de 2016, al tiempo que en estos primeros meses de 2018 ya se han inaugurado otros tres puntos de proximidad, aunque el aumento del pasado año lleva el sello de Mercadona y Consum, en la medida en que inauguraron sendos supermercados de más de 1.000 metros cuadrados.
En Madrid, donde en el primer trimestre de 2018 ya se han creado otros 4.350 nuevos metros cuadrados dedicados a alimentación, Carrefour generó 9.200 metros cuadrados, mientras Mercadona y Auchan sumaron unos 4.500 metros cuadrados, respectivamente. Y en Alicante, se abrieron 3.600 metros cuadrados, lo cual elevó la superficie productos de gran consumo en la ciudad a casi un 4%.
La dotación comercial de estas 25 ciudades de más de 200.000 habitantes creció en el transcurso de 2017, salvo en cinco de ellas, en la mayoría de los casos penalizadas por la desinversión desarrollada por DIA. El mayor descenso de superficie, cifrado en casi un 4%, lo experimentó la dotación de alimentación de Oviedo, mientras en Elche cayó un 2,3%. En Valencia rozó el 1% y en Valladolid y Bilbao se mantuvo unas décimas por debajo.
Sin embargo, la Comunidad de Madrid, junto a Segovia, una de las zonas donde la densidad comercial por cada 1.000 habitantes se sitúa entre las más bajas del país tienen largo recorrido. En el primero de los casos, se sitúa en 224,8 metros cuadrados, mientras en Segovia, la menor de todo el territorio nacional, se estableció en los 213,3 metros cuadrados.
“Si tenemos en cuenta que la media nacional ascendió a 292,3 metros cuadrados al finalizar el periodo, entonces debemos situar a estas dos áreas como las idóneas y donde deberían dirigirse las próximas inversiones de alimentación”, aseguran desde la consultora.
Pero no son las únicas. El ranking de provincias alejadas aún de la media, en cuanto a sala de venta de productos de gran consumo por cada millar de habitantes se refiere, se compone de 23 provincias, entre las que encuentran, ordenadas de las más distanciadas a menos, Salamanca, Albacete, Cáceres, Cuenca, Granada, Jaén, Burgos, Vizcaya, Badajoz, Barcelona, Soria, Almería o Tenerife. Algo más cerca de la media se colocan ávila, Guipúzcoa, Guadalajara, álava, Sevilla, Córdoba, Murcia y Ciudad Real; aunque todas ellas aún por debajo.
Las más saturadas
Gerona y Tarragona son los territorios con la mayor saturación comercial de la distribución española. Gerona alcanza los 417,5 metros cuadrados por cada 1.000 habitantes, mientras Tarragona le secunda con 384,4 metros cuadrados, un 31,5% superior a la media. Es asimismo destacable que las cuatro provincias gallegas, se mueven con intensidades comerciales altas, sobresaliendo entre ellas Lugo y La Coruña. Pleno se hace asimismo en la Comunidad Valenciana, con Alicante a la cabeza y un registro casi un 27% superior a la media.
Mención aparte merece Asturias. No solo se coloca como la cuarta zona más saturada del panorama nacional, sino que da cabida a dos de las ciudades, Gijón y Oviedo, de más de 200.000 habitantes con un mayor predominio metros cuadrados dedicados a alimentación. En ambos municipios, el desarrollo comercial lleva el sello de retailers locales: Alimerka e Hijos de Luis Rodríguez, entre otros nacionales. Y ello, a pesar de que en Oviedo cayó la sala de venta un 4% en 2017 y en Gijón su tendencia positiva marcó un discreto 0,5%. La sala de venta del conjunto nacional creció un 1,6% al finalizar el periodo de 2017.