Las ventas de aditivos y complementos alimentarios en España mantuvieron un positivo comportamiento en 2017, con una facturación de 500 millones de euros, lo que supone un 5% más con respecto al ejercicio anterior.
“La favorable coyuntura, el crecimiento de la industria alimentaria, el lanzamiento de nuevos productos multifuncionales y la preferencia de productos naturales frente a los artificiales son algunos de los factores que explican el buen comportamiento del mercado”, aseguran desde el Observatorio Sectorial DBK de Informa.
Además, el estudio revela una tendencia de expansión de las principales empresas hacia mercados extranjeros. Así, el 53% de los ingresos agregados de 20 de los principales operadores especializados en 2016 se derivó de ventas fuera de España. Aunque la Unión Europea sigue constituyendo el principal destino de las exportaciones, se detecta una creciente presencia en mercados emergentes, principalmente de áfrica, América Latina y Asia.
Las previsiones para el cierre de 2018 apuntan a un crecimiento del mercado español de alrededor del 4%. Por su parte, de cara a 2019 se espera una suave moderación, hasta el entorno del 3%, situándose alrededor de los 535 millones de euros.
Actualmente, se identifican alrededor de 150 empresas dedicadas a la fabricación o importación de aditivos y complementos para la industria alimentaria, cifra que se ha mantenido estable en los últimos años. Dichas empresas generan un volumen de empleo de alrededor de 1.350 trabajadores, variable que registró una tendencia alcista en el bienio 2016-2017.
La mayoría de las empresas son de mediana o pequeña dimensión y pertenecen a accionistas españoles. Junto a ellas opera, no obstante, un número reducido de compañías de gran dimensión, apreciándose una creciente integración en grupos multinacionales.
La estructura de la oferta muestra una progresiva concentración, habiéndose registrado en los últimos años diversas operaciones de compra de empresas, tanto a escala nacional como internacional.