La Denominación de Origen Ribeira Sacra ha cerrado el año 2017 con una producción total de 3,6 millones de litros de vino cualificado, lo que supone un 7% más que durante el año anterior.
Este incremento, a pesar de los episodios meteorológicos adversos sufridos en el pasado año, supuso un incremento de casi un 6% en el valor económico generado, que ascendió a los 18,9 millones de euros.
“Estas cifras avalan el trabajo y esfuerzo de los viticultores y bodegueros de esta denominación, que fueron capaces de sobreponerse a los episodios meteorológicos adversos que padeció el sector en primavera y verano de 2017”, asegura ángeles Vázquez, la consejera del Medio Rural de la Xunta de Galicia.
La DO Ribeira Sacra está orientada fundamentalmente a la producción de vinos tintos, elaborándose también blancos muy interesantes. La variedad más cultivada en la Ribeira Sacra es la mencía, dando lugar a vinos de gran calidad, que destacan por sus aromas limpios, elegantes e intensos, su color cereza intensa, brillante y con un ribete púrpura. Entre los vinos blancos, con una producción menor, destacan los que se obtienen de las variedades godello, albariño y treixadura.
La zona amparada para la producción de este vino comprende parroquias y lugares de 20 municipios situados a lo largo de las riberas del Miño y del Sil, en el sur de la provincia de Lugo y en el norte de la de Ourense. Está constituida por las subzonas de Amandi, Chantada, Quiroga-Bibei, Ribeiras del Miño y Ribeiras do Sil.