El mercado de la industria cárnica española cerró el pasado ejercicio 2017 con una cifra de negocio de casi 24.000 millones de euros y ya supone el 22,3% de toda la industria alimentaria española. La cifra de exportaciones también ha supuesto un nuevo récord.
Asimismo, el cuarto sector industrial del país cuenta con cerca de 3.000 empresas que dan trabajo a unas 86.000 personas, tal y como se ha expuesto durante la Asamblea anual de la Asociación Nacional de la Industrias de la Carne de España (Anice), celebrada este jueves en Madrid.
En cuanto a la estructura industrial, se sigue registrando un ligero descenso en el número de instalaciones autorizadas, principalmente mataderos, que a principios de 2017 eran un 1,8% menos que en el anterior, mientras que el número de establecimientos de transformación ha crecido un 1,1% el año pasado, cambiando de este modo la tendencia descendente habitual.
Por otro lado, durante la Asamblea se ha destacado que el sector ha marcado otro hito en 2017 al registrar unas exportaciones de más de 2,3 millones de toneladas de carnes, despojos y productos elaborados de todo tipo, superando por primera vez los 6.000 millones de euros vendidos en mercados de todo el mundo, con una balanza comercial muy positiva del 477%, un dato que contribuye a paliar el déficit comercial de España, tal y como ha destacado Marisa Poncela, secretaria de Estado de Comercio, durante su discurso de inauguración del acto, quien ha destacado la apuesta por la transformación tecnológica y la innovación del sector para continuar en esta senda.
Por su parte, el nuevo presidente de Anice, Alberto Jiménez, ha destacado durante su primer discurso en público que el sector debe “seguir mejorando la imagen y la defensa de los productos", para lo que pide “unidad entre las empresas y los principales representantes de la industria”.
"Somos un sector moderno y competitivo, un referente de nuestra economía y de la imagen de nuestro país y la calidad y variedad de nuestros productos conquistan los mercados españoles y extranjeros", ha expresado Jiménez al referirse a las cifras del sector.
Respecto a la producción, el pasado año, y con un crecimiento más ralentizado del 1,6% respecto a 2016, la carne de porcino española ha registrado un nuevo hito de producción al alcanzar los 4,25 millones de toneladas, lo que marca un año más un nivel histórico nunca alcanzado.
Por su parte, el sector de vacuno continúa en la senda de la recuperación iniciada en 2014 y su producción de carne llegó a las 641.003 toneladas, un 0,6% más que el año anterior, y el ovino/caprino cayó un 1% respecto al volumen de 2016, registrando 125.487 toneladas.
En cuanto al destino, cerca del 60% de la producción de carne de porcino es para consumo directo y el 40% para consumo industrial, mientras que en el caso del vacuno y el ovino la práctica totalidad (92% y 98% respectivamente) es para consumo directo.
Con este volumen de producción, que representa el 3,7% de la producción mundial, España se consolida ya como el cuarto mayor productor de carne de porcino, por detrás de China, EEUU y Alemania.
La carne de vacuno, por su parte, ocuparía el tercer lugar en volumen (tras la carne de ave), con el 9,7% de la producción nacional de carnes, si bien en esta especie España está más alejada de los puestos de cabeza de la producción mundial, liderada por EEUU y Brasil.
Respecto a la carne de ovino, la producción ha seguido la línea descendente no sólo en España, sino en el conjunto de la Unión Europea. Aún así, España es el segundo productor europeo de carne de ovino y caprino, con un 14% del total, por detrás de Reino Unido.
En cuanto a la producción de elaborados cárnicos, las 1,3 millones de toneladas anuales sitúan a España en cuarto lugar en la Unión Europea, por detrás de Alemania, Italia y Francia.