El Parlamento Europeo ha pedido a Estados Unidos que retire los aranceles a las importaciones de aceituna de mesa de España, primer productor mundial. Así, en una resolución aprobada a mano alzada, los eurodiputados instan a la Comisión a tomar medidas diplomáticas, tanto a nivel bilateral como en el seno de la Organización Mundial de Comercio para defender el sistema de ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), validado por la OMC.
Esta resolución del Parlamento Europeo ha contado con el respaldo desde sus inicios de Cooperativas Agro-alimentarias de España para que las instituciones comunitarias, el PE, y en última instancia la Comisión Europea, “apoyen al sector de la aceituna de mesa frente a los aranceles impuestos por la administración norteamericana, que tendrán consecuencias muy dañinas para el sector y, además, se trata de un ejemplo que podría extenderse en un futuro próximo a otras producciones comunitarias”, tal y como destaca la entidad agraria.
En concreto, el Parlamento Europeo quiere que Washington anule su decisión provisional de aplicar medidas antidumping y compensatorias contra los productores españoles de aceituna, del 17,13% y 4,47% de media respectivamente, así como iniciar un diálogo constructivo para resolver el desacuerdo.
Los eurodiputados insisten que los subsidios concedidos en el marco de la PAC a los productores de aceituna forman parte del llamado “compartimento verde” autorizado por la OMC, al estar disociados de la producción y no causar distorsiones de la competencia, y recuerdan que Estados Unidos también da este tipo de ayudas a sus agricultores.
El texto subraya que las medidas de la PAC objeto de investigación no son ayudas concedidas a productos específicos y, por lo tanto, no son susceptibles de derechos compensatorios según las reglas de la OMC. Y también apunta que la fórmula utilizada por los investigadores estadounidenses para calcular el margen antidumping preliminar podría no respetar esas reglas.
La Cámara urge a la Comisión a tomar medidas para asegurarse de que las investigaciones de Estados Unidos respetan las reglas de la OMC y a evaluar la posibilidad de denunciar ante ese organismo las restricciones impuestas por Washington.