España importó en 2017 un total de 55,1 millones de litros, lo que supone un descenso del 9% con respecto al año anterior. En términos de valor, estas importaciones suponen un crecimiento del 5,4%, hasta los 187,9 millones de euros.
Esto se explica por la caída de las compras de vino a granel, mientras crecen las importaciones de vinos con DOP envasados, según informa el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv).
En términos absolutos, España ha importado 5,5 millones de litros menos pero ha gastado 9,6 millones de euros más. De este modo, el saldo comercial del vino en España en 2017 es netamente favorable, alcanzando los 2.670 millones de euros, lo que supone una notable contribución del sector a la balanza comercial nacional.
Por mercados, Italia es el principal proveedor de vino en volumen y Francia lo es en valor, con pérdidas para Italia y aumento para Francia. De Italia, España importa principalmente vino aromatizado, mientras que de Francia, el producto más importado es el vino espumoso, mayoritariamente champán.