Según un nuevo estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los fabricantes de pan respetan el contenido máximo de sal establecido en 1,8% por convenio, aunque cree que hay margen para reducirlo hasta el 1,5%.
Esta organización recuerda que el contenido de sal en estas piezas se redujo notablemente en nuestro país en 2005, cuando el Ministerio de Sanidad y los fabricantes de pan firmaron un convenio por el que se fijó que el contenido máximo de sal en el pan fuera del 1,8%.
Los análisis posteriores realizados por OCU demuestran que los fabricantes han respetado y siguen cumpliendo ese convenio, aunque la Organización advierte de que la tendencia se ha vuelto alcista desde 2005 y que los fabricantes están incluyendo más sal en el pan desde entonces, aunque rara vez supera el máximo establecido.
Para comprobarlo, OCU ha analizado en el laboratorio 47 piezas de pan fresco compradas en Alcampo, Carrefour, Dia, Granier, Hipercor, Lidl, Mercadona y Uvepan. De todas ellas, solo una supera el límite del 1,8% acordado.
Según el análisis, actualmente la chapata contiene de media un 1,3% de sal, la barra un 1,4% y la baguete un 1,5%, siendo esta la que más ha aumentado su porcentaje desde 2005, cuando solo contenía un 1,2%.
OCU considera que, a pesar de que los niveles de sal en el pan actualmente son aceptables, aún hay margen para reducir su cantidad. Por eso, la Organización pide a la Administración Pública y a fabricantes que vuelvan a reunirse para revisar y fijar un nuevo límite máximo, que OCU propone en el 1,5%, el mínimo que se considera necesario para elaborar un pan de calidad.
Por otro lado, la organización recuerda que el consumo global de pan fresco en España ha descendido de forma notable en los últimos años, situándose actualmente en 69 gramos, lo que equivale a un panecillo por persona al día, cuando la cantidad mínima recomendada en la dieta mediterránea es de 180 gramos (tres panecillos).
Salvo para casos de hipertensión u otras patologías en los que el médico recomienda especialmente reducir el consumo de sal, OCU considera que sería un error prescindir de ella, ya que el sodio que contiene es indispensable para funciones tan importantes como controlar la cantidad de agua en el organismo o mantener el pH de la sangre.
En caso de que sea necesario reducir la sal en la dieta, OCU recomienda hacerlo a través de la ingesta de más alimentos frescos y platos cocinados en casa, pero no mediante la eliminación del pan fresco, cuyo aporte de este mineral es mucho menor que el de otros alimentos procesados.