Los consumidores están indecisos a la hora de comprar una botella de vino y el envase es el principal impulsor a la hora de tomar una decisión de compra, según los resultados de una reciente encuesta de O-I elaborada por Ipsos. Dicho dato no resulta sorprendente dada la cantidad de botellas diferentes, tanto de grandes productores como de los más pequeños, en las estanterías de los supermercados o tiendas especializadas.
Conforme a los resultados de dicho estudio, un envase de apariencia demasiado tradicional ya no resulta lo suficientemente atractivo para los consumidores, que navegan entre una amplia gama de influencias tanto visibles como subliminales.
O-I cree que ha llegado el momento de revisar el concepto de envase y de adoptar nuevos criterios en el diseño de las botellas de vino, con el objetivo de crear botellas que estimulen el deseo de compra de los consumidores, que comuniquen la marca y el producto y que favorezcan una lealtad hacia la marca a largo plazo.
O-I ha creado cuatro nuevas botellas conceptuales para el mercado vinícola, cada una con una línea nueva y original que supone una ruptura con la tradición y abre nuevas perspectivas para el mercado del vino. Las botellas juegan con la forma y las líneas para atraer la vista y crear un fuerte vínculo emocional entre consumidores y producto.
Creadas y desarrolladas por los equipos de marketing y diseño de O-I, las nuevas botellas conceptuales están destinadas a desempeñar un papel principal tanto en las estanterías como en la mesa. Y además demuestran que también la industria del vino, con sus largos siglos de tradición, se está renovando en sintonía con los gustos de los consumidores actuales.
Para garantizar que los nuevos conceptos de envase se integran con armonía dentro del mercado vinícola y que se cumplen las expectativas de los consumidores, O-I lleva a cabo un proceso continuo de investigación con varios tipos de consumidores en distintos países. Gracias a esos datos, los nuevos conceptos podrán usarse para reinventar y sustituir en el futuro los diseños existentes.
Explorando el territorio desconocido de los envases para alimentos y bebidas, el modelo de cilindro de O-I es una botella ultramoderna de vidrio flint que recuerda una línea inacabable y sutil, un símbolo de la pureza del contenido de la botella. La boca de la botella queda oculta en el cierre de la base, por lo que solo aquellos que conocen el “secreto” pueden disfrutar de su contenido. Casi como si se tratara de un perfume exclusivo, el vino se presenta de una forma elegante y minimalista: el momento de consumirlo se convierte en una ceremonia, con la que se enfatiza el apreciado valor del vino. El cilindro se ha diseñado para los productos de alta calidad del mercado del vino.
La nueva botella de garrafa de OI supone una renovada visión de la antigua garrafa, en la que se combinan las encantadoras características de este diseño clásico con una silueta mucho más contemporánea.
Con una ruptura total con respecto a los envases de vino existentes, este diseño está dirigido al canal comercial HORECA y, en concreto, a los bares y restaurantes de tendencia. El juego de envases completo está formado por tres botellas que pueden apilarse para crear una atractiva estructura.
En un mercado prácticamente poblado por botellas redondas, la botella cuadrada de O-I es realmente atrevida. Concebida prácticamente como un proyecto arquitectónico, esta botella se crea a partir de líneas nobles y juega con los contrarios: modernidad y tradición, femenino y masculino, simplicidad y sofisticación. Con su apariencia deliberadamente maciza y sus hombros cuadrados, esta botella supone toda una declaración y destaca majestuosamente encima de la mesa. Como nuevo elemento de ruptura respecto a los códigos clásicos, la etiqueta se coloca casi en la base de la botella, con lo que se puede admirar toda la amplitud y las dimensiones del cuerpo de la botella.