El grupo Kraft Heinz ha cerrado el ejercicio de 2017 con una facturación superior a los 26.232 millones de dólares, lo que supone un 1% menos con respecto a los 26.487 millones de dólares de 2016.
Sin embargo, el beneficio neto atribuido se eleva hasta los 10.999 millones de dólares, es decir, triplica las ganancias del año anterior, según informa el grupo en un comunicado.
“No hay duda de que nuestro desempeño financiero en 2017 no reflejó nuestro progreso o potencial”, asegura el director general de Kraft Heinz, Bernardo Hees. "Realizamos mejoras significativas en muchos de nuestros negocios y pudimos acelerar algunas importantes inversiones comerciales a finales de año. Esto, junto con los beneficios de la Ley de reducción de impuestos y empleos de los EE UU y las inversiones adicionales en nuestras capacidades, debería ayudar a seguir beneficiando a nuestras marcas y hacer crecer nuestro negocio más allá de 2018”, explica Hees.
Por su parte, el director financiero de Kraft Heinz, David Knopf, asegura “haber tomado medidas para acelerar las iniciativas comerciales clave” que incluyen la inversión de más de 300 millones de dólares para desarrollar sus capacidades, 800 millones de dólares en gastos de capital para mejorar la calidad y la seguridad y 1.300 millones de dólares para prefinanciar los planes de jubilación.