La imagen de China en el exterior está cambiando. Si hace tiempo el “made in China” hacía pensar en productos baratos y de baja calidad, las grandes empresas que han surgido en este país han hecho que los jóvenes consumidores consideren muy positivamente los los productos del gigante asiático.
De hecho, las marcas chinas son particularmente bien consideradas como "innovadoras". Los jóvenes de todo el mundo son mucho más propensos a hacer esta asociación que los grupos de personas mayores. La propuesta principal de las marcas chinas es combinar la innovación con la relación calidad-precio, una receta especialmente atractiva para los jóvenes.
Por ejemplo, los consumidores jóvenes en España están encantados con pedir novedades que vienen de China aunque tengan que esperar hasta 15 días para su entrega. Las propuestas de valor de las marcas chinas son especialmente atractivas en un país donde casi el 40% de las personas menores de 25 años están desempleadas.
Según el estudio BrandZ Chinese Global Brand Builders, marcas como Lenovo, Huawei, Alibaba o Xiaomi están consiguiendo hacerse un hueco importante en los mercados internacionales gracias a la construcción de marca que están haciendo. Este trabajo de marca les está permitiendo cambiar la imagen del Made in China hacia un concepto más ‘cool’, según señala la directora global de BrandZ, Doreeen Wang.
Algo que también está funcionando en el mercado interno ya que las marcas chinas también son las preferidas dentro de la propia China. En gran consumo concretamente las de origen local dominan el ranking de marcas más elegidas por los consumidores con nueve de las 10 primeras posiciones ocupadas por enseñas chinas.
Así, la tendencia creciente de consumo en China y la adopción rápida de las nuevas tecnologías hace que el mundo mire al país asiático, con un consumidor digital, móvil y social. “En China, el mayor crecimiento en la penetración de ecommerce en los últimos años se encuentra en las ciudades más pequeñas. Ciudades de este tipo han alcanzado un crecimiento de penetración del 59% entre 2014 y 2016, en comparación con el 28% de ciudades clave como Pekín o Shanghai. Esto puede atribuirse a la mejora de la capacidad adquisitiva y la mejora de la conectividad en todo el territorio chino, y por eso los retailers se dirigen cada vez más a estas ciudades menos importantes con sus ofertas en línea”, explica Stéphane Roger, de Kantar Worldpanel.
Más allá del online, según el mismo estudio, China es un país móvil: el 80% de todas las ventas online de gran consumo se hacen a través del móvil. No es de extrañar teniendo en cuenta que el 40% de su población paga todo tipo de servicios a través del móvil de manera regular (al menos una vez a la semana) tal y como se refleja en el estudio Connected Life de Kantar TNS.
Po otra parte, Aurelia Leopold, directora de Finanzas y Banca de Kantar TNS, afirma que las redes sociales en China son las grandes causantes de este fenómeno: "La rápida aceptación de los pagos móviles se ha visto facilitada por una nueva generación de disruptores como WeChat, que ahora compiten con los bancos tradicionales. Pueden hacerlo porque tienen una base de usuarios ya existente, dándoles el conocimiento necesario para proporcionar de manera efectiva a la audiencia los servicios financieros que desean y necesitan”.