Las empresas del sector alimentario que fabrican para marcas blancas pagan hasta un 63% menos a sus trabajadores que el resto de fabricantes, según un estudio elaborado por la Federación Agroalimentaria de CCOO.
Las empresas con marcas propias generan mejores condiciones salariales, de media entre un 30% y un 40% (pudiendo llegar al 71%) y sociales que las marcas de distribución, mientras que las diferencias son notables en materia de negociación colectiva y en los derechos de los trabajadores.
En este sentido, el estudio confirma que en el subsector lácteo la diferencia en salario/ hora llega a alcanzar el 74,1%, mientras que en el cárnico llega hasta el 71,3%, y en el de cervezas (donde hay menor numero de productores) la diferencia entre centros que producen casi en exclusiva para marcas blancas o de distribución y los que lo hacen para marcas propias es del 40,5%.
Los fabricantes de marca propia, además, generan una mayor fidelización con el consumidor, lo que entraña un menor riesgo de deslocalización y de pérdida de empleo por cambios en las condiciones impuestas por la distribución; además de mayor inversiones en I+D+i y, en general, mejores condiciones laborales, económicas y sociales.
Respecto al empleo, CCOO advierte que se ha producido un repunte de la contratación temporal en las empresas fabricantes de marcas blancas, mientras que algunas empresas que tienen enseñas propias se han visto obligadas a recortar plantillas por el descenso del consumo de sus productos.