El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en enero de 2018 en un promedio de 169,5 puntos, prácticamente sin variaciones con respecto al mes de diciembre de 2017, pero casi un 3% por debajo del mismo período del año pasado.
Si bien en enero se registraron aumentos de los precios de los cereales y los aceites vegetales, los valores de los productos lácteos y del azúcar se debilitaron en general y las cotizaciones de la carne se mantuvieron estables.
Así, los precios de los cereales registraron un promedio de 156,2 puntos en enero, lo que supone casi un 2,5% más que en diciembre y un 6,3% más que en enero de 2017. Pese a los abundantes suministros, los precios del trigo y el maíz fueron sostenidos en cierta medida por un dólar estadounidense más débil, así como por las preocupaciones en relación con el clima. Los valores internacionales del arroz siguieron reforzándose en enero, principalmente debido a la demanda renovada en Asia.
En cuanto a los precios de los aceites vegetales, los datos de la FAO registraron un promedio de 163,1 puntos en enero, prácticamente sin cambios desde diciembre, puesto que las subidas moderadas de los valores del aceite de palma fueron contrarrestadas por el debilitamiento de los precios de otros aceites, especialmente los aceites de girasol y de colza.
Las cotizaciones internacionales del aceite de palma se reforzaron debido a que la demanda mundial de importaciones aumentó justo cuando se aproximaban las reducciones estacionales de la producción en Asia sudoriental. En cambio, los precios del aceite de colza sufrieron presiones debido a los excedentes de suministro en la Unión Europea y a disponibilidades superiores a lo previsto en América del Norte y Australia, mientras que los precios del aceite de girasol se vieron afectados por el escaso dinamismo de la demanda mundial de importaciones.
Los precios de los productos lácteos se situron en enero en un promedio de 179,9 puntos, es decir, un 2,4% menos que en diciembre de 2017. Si bien esta reducción hizo retroceder nuevamente el índice por cuarto mes consecutivo, este sigue estando un 41% por encima de su nivel más bajo, registrado en abril de 2016.
Durante el transcurso del mes, las cotizaciones internacionales de la mantequilla y el queso disminuyeron, mientras que las de las leches en polvo aumentaron. Los abundantes suministros de leche en el hemisferio norte y Australia fueron un factor que influyó fuertemente en los precios mundiales de los productos lácteos, en particular en la disminución de los precios de la mantequilla y el queso. No obstante, la posibilidad de que la producción estacional de leche en Nueva Zelanda esté por debajo de lo previsto sostuvo los precios de la leche entera en polvo. También aumentaron los valores de la leche desnatada en polvo, sobre todo a causa de una fuerte demanda de importaciones.
En cuanto a la carne, los precios registraron en enero un promedio de 170,6 puntos, casi sin cambios respecto de su valor ligeramente revisado de diciembre de 2017. A este nivel, el índice está un 7,4% por encima de su valor de enero de 2017 y un 19,5% por debajo de su valor máximo, alcanzado en agosto de 2014.
Las cotizaciones internacionales de la carne de aves de corral y de porcino continuaron descendiendo debido a mayores disponibilidades exportables en un contexto de débil demanda de importaciones. Los precios de la carne de bovino aumentaron levemente, a consecuencia de una reducción de las cantidades ofrecidas para la venta desde Oceanía, mientras que los de la carne de ovino subieron gracias a una fuerte demanda internacional, en especial de Asia y Oriente Medio.
Por último, los precios del azúcar de la FAO se situaron en enero en un promedio de casi 201 puntos, es decir, un 1,6% menos que en diciembre y hasta un 30,4% por debajo del mes correspondiente del año pasado. Las cotizaciones internacionales del azúcar continuaron sufriendo presiones a la baja debido principalmente a la abundante producción en los principales países productores y, por lo tanto, a cuantiosas disponibilidades exportables.