La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que el repunte que han experimentando este año los robos en las explotaciones citrícolas de la Comunitat Valenciana como consecuencia de la mejora de los precios está generando un mercado negro paralelo caracterizado por la venta de naranjas y mandarinas a precios reventados
Esta organización agraria ha podido constatar que en algunas poblaciones se están ofertando hasta cuatro kilos de naranjas por un solo euro, cuando en los supermercados el precio de venta al público de un kilo de naranjas se sitúa en torno a un euro y en las fruterías de barrio a algo más de 0,50 céntimos.
“Tenemos sospechas más que fundadas -asegura el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- de que la mercancía que se está vendiendo a ese precio ridículo de un euro por cuatro kilos es de procedencia dudosa y las distintas administraciones deben iniciar cuanto antes una investigación para poder determinar qué es lo que está sucediendo, aclarar cuál es el origen de esa fruta y depurar las responsabilidades que puedan derivarse”.
Durante los primeros meses de la actual campaña citrícola se ha detectado un considerable incremento de los robos de cosecha. AVA-ASAJA afirma que entre los agricultores crece la preocupación y la inquietud ante la oleada de robos que sufren los huertos valencianos.
En este sentido, el presidente de esta organización agraria reclama a la Administración que “redoble sus medios y esfuerzos para combatir con mucha mayor eficacia que la mostrada hasta la fecha esta lacra que no sólo supone un durísimo golpe para las rentas de todos los afectados sino que pone en peligro su integridad física y convierte la agricultura en una oficio de alto riesgo. Es absolutamente necesario actuar con mayor rigor y cambiar de una vez por todas el actual código penal para que estos hurtos dejen de tener la consideración de faltas y sean catalogados como lo que son en realidad: delitos en toda regla”.