Procter & Gamble (P&G) ha obtenido un beneficio neto atribuido de 5.348 millones de dólares en los seis primeros meses de su año fiscal, lo que supone un retroceso del 49,5% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
Esta caída de casi la mitad del valor de sus ganancias durante los seis primeros meses de su ejercicio refleja el impacto de la aplicación de la reforma tributaria de EEUU promulgada el pasado 22 de diciembre por Donald Trump, en la que se reduce la tasa de impuestos sobre las ganancias desde un 35% al 21% y se pasa de un régimen impositivo global a uno territorial, según ha explicado en un comunicado el fabricante de productos de consumo, que añade que el beneficio aumentará en los próximos años, cuando el tipo impositivo del 21% se aplique completamente.
En concreto, la cifra de negocio neta de la compañía alcanzó entre julio y diciembre un total de 34.048 millones de dólares, un 2% más que en el mismo periodo del ejercicio precedente. La división de belleza fue la que más incrementó sus ventas, en un 7%, seguida de la de cuidados de salud (5%) y las de cuidado del hogar (2%). Por otro lado, cayeron un 1% los ingresos de la división de bebés y un 3% los de aseo personal.
En cuanto al segundo trimestre de su ejercicio fiscal, Procter & Gamble registró un beneficio neto atribuido de 2.495 millones de dólares, lo que supone un 68% menos que las del mismo periodo del ejercicio anterior, mientras que sus ventas netas ascendieron un 3%, hasta alcanzar 17.395 millones de dólares.
Según ha destacado David Taylor, presidente y consejero delegado de la compañía, el grupo ha logrado "acelerar el crecimiento de las ventas orgánicas e impulsado un fuerte ahorro de los costes de productividad y flujo de caja", por lo que la compañía sigue “en el buen camino para alcanzar los objetivos del año fiscal completo".