La cuota de mercado de los minoristas online de alimentación podría pasar del 1% actual hasta un 6% en 2020, lo que pondrá en riesgo al menos al 15% de las tiendas físicas. Este hecho podría cambiar si las cadenas físicas apuestan por uno de sus puntos fuertes, los productos frescos, ya que los consumidores todavía son escépticos a comprar este tipo de productos a través de Internet.
De hecho, cuando un cliente está satisfecho con la calidad de los productos frescos de una tienda física será difícil que cambie a la tienda online. Es más, no sólo comprará los productos frescos sino también hasta un tercio más de productos no alimentarios y no perecederos, según un informe elaborado por Oliver Wyman..
Así, una encuesta realizada por Oliver Wyman asegura que la falta de confianza en la calidad de los productos impide que el 44% de los encuestados compre productos frescos en línea. Los precios más altos y los tiempos de entrega son otros inconvenientes que desaniman al comprador.
Sin embargo, las cosas pueden cambiar rápidamente y los comercios online pueden romper esa barrera a corto plazo, como ya ha hecho Amazon con el lanzamiento de Amazon Fresh.
María Miralles, socia responsable de Retail & Consumer Goods en Oliver Wyman España, señala que “los comercios y supermercados tradicionales que son capaces de mejorar su gestión de productos frescos de una manera integrada y transversal a toda la cadena de valor (del campo a la mesa), pueden llegar a incrementar sus ventas hasta en un 10% y desarrollar una ventaja competitiva muy efectiva para hacer frente a la competencia online.