Disponer de la mejor idea de negocio no sirve de nada si no se ubica la tienda en el entorno indicado. Saber elegir el sitio es, por tanto, una de las decisiones más importante y difíciles que se deben afrontar.
A pesar de ello, muchos emprendedores cometen el error de centrarse en la financiación de la firma y en encontrar un alquiler económico, olvidando el resto de elementos que son imprescindibles para acertar con el sitio ideal.
Así, “solo la combinación perfecta de una buena idea, que ha sentado la base de un excelente producto o servicio, un buen departamento de atención al cliente, un precio adecuado y una situación comercial estratégica garantiza los negocios de éxito”, aseguran fuentes de Asesoresdepymes.com, quien da las claves para encontrar la ubicación ideal de cualquier negocio.
– Fijarse en la competencia. Puede ser igual de provechoso, o no, plantar la tienda en una zona sin competencia o donde existan negocios similares, aunque hay mayores posibilidades de triunfar si es el único capaz de ofrecer un producto o servicio y se reducen las posibilidades de elección del consumidor a la mínima expresión. Pero es muy difícil evitar la competencia. Sólo con negocios que dependen de instituciones públicas, como estancos o farmacias, se puede disponer de ese privilegio. De ahí que lo normal es que los rivales estén cerca. Con todo, de esta situación también se pueden extraer beneficios. Basta con ofrecer un extra para aprovechar el tráfico de consumidores interesados en provecho propio.
– No existe el sitio perfecto. Es imposible dar con la ubicación 100% ideal. Todas tendrán sus ventajas e inconvenientes. Así que lo más importante es saber elegir para que el porcentaje de beneficios sea mayor que el de problemas. También se debe tener presente que cada negocio es un mundo y, por tanto, se requieren ubicaciones diferentes dependiendo de la actividad empresarial. Resulta obvio que en una empresa que necesita de las continuas visitas de los clientes, aspectos como la visibilidad y el acceso fácil deben ser la prioridad. Por el contrario, si lo que se ofrecen son servicios para los que se necesita un desplazamiento a la casa del cliente, estar cerca de las calles más transitadas no ofrecerá ningún valor añadido. Muy al contrario, el mayor alquiler que, sin duda se pagará, jugará en su contra.
– Estudiar al consumidor. En el momento de seleccionar la ubicación del negocio también es imprescindible tener en cuenta al tipo de cliente al cual se dirigen. Es necesario saber cómo es, qué hace, qué le gusta y hasta cómo piensa para elevar las posibilidades de acierto a la hora de escoger un sitio para la tienda. Tampoco se debe olvidar que conocer el estatus social, la edad y el género son factores que también ayudan a acertar.
– Afluencia y visibilidad. Las tiendas en calles con gran tráfico de personas y coches y situadas en sus esquinas tienen mayores opciones de atraer al consumidor.
– Aplicar el sentido común. No se debe olvidar que el mejor local y el mejor precio no valen para nada si el establecimiento comercial está situado en un entorno conflictivo. Al igual que también carece de sentido abrir una tienda de menú barato ideal para los obreros en pleno Paseo de Gracia de Barcelona. Y viceversa, un local de productos de lujo no tiene ninguna utilidad en zonas eminentemente obreras. De ahí que a la hora de seleccionar la ubicación haya que utilizar el sentido común.
– Ponérselo fácil al cliente. Siempre se ha de tener presente que el consumidor no tiene la obligación de visitar una tienda. De ahí que sea necesario ponerle todas las facilidades posibles para que sea capaz de acceder a la tienda. Con esta idea, locales cerca del transporte público o de fácil tránsito parecen ideales ya que incrementan el grado de accesibilidad a nuestro negocio.
– Valorar la cercanía con los proveedores. Elegir la ubicación teniendo en cuenta el lugar donde se encuentran la mayoría de los proveedores es un aspecto que no suele tener demasiado en cuenta pero que es importante considerar. Al igual que también es interesante que existan zonas de carga y descarga frente a la puerta de entrada para facilitar la llegada del género.
– Alquiler y costes. Por último, es imprescindible ser capaz de pagar el local. Si no, el fracaso está asegurado. Sea como sea, lo que hay que tener claro es que la ubicación es parte fundamental del plan de negocio y un error en este sentido puede condenar a un emprendedor a cerrar su empresa.