La Comisión Europea ha presentado dos propuestas legislativas para facilitar la venta de productos en toda Europa y reforzar los controles aduaneros para evitar que se vendan productos que no sean seguros.
El vicepresidente Jyrki Katainen, responsable de Fomento del Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, ha declarado que “lo que estamos haciendo es quitar obstáculos, reforzar la confianza y permitir que nuestras empresas y nuestros consumidores puedan sacar el máximo provecho de ese mercado”.
Por su parte, la comisaria de Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, ha añadido que “los consumidores deben poder confiar en que los productos que utilizan son igual de seguros vengan de donde vengan y las autoridades públicas deben poder confiar en que los productos que se venden en sus mercados nacionales son seguros para sus ciudadanos. En la UE no hay sitio para los productos defectuosos”.
De este modo, se propone un nuevo Reglamento sobre el reconocimiento mutuo de mercancías para que las empresas que vendan sus productos en otro Estado miembro lo hagan de manera rápida, sencilla y clara.
Así, las empresas tardarán un par de meses, y no años, en saber si pueden vender sus productos en otro país de la UE. También podrán utilizar una declaración voluntaria para demostrar que sus productos cumplen todos los requisitos pertinentes en su país.
Esto hará que sea más fácil para las autoridades de otros Estados miembros evaluar si debe o no aplicarse el reconocimiento mutuo. Del mismo modo, un mecanismo de resolución de problemas permitirá resolver con mayor rapidez los litigios entre empresas y autoridades nacionales. La formación y el intercambio de funcionarios potenciarán la colaboración y la confianza entre las autoridades nacionales. Ello no será óbice para que las autoridades nacionales tomen en consideración los intereses legítimos de orden público.
Además, ayudará a crear un mercado interior de mercancías más justo, fomentando una mayor cooperación entre las autoridades de vigilancia del mercado nacional. Entre otras cosas, se contempla el intercambio de información acerca de productos ilegales y de las investigaciones en curso, de manera que las autoridades puedan adoptar medidas eficaces contra los productos no conformes.
El Reglamento también ayudará a las autoridades nacionales a mejorar los controles de los productos que entran en el mercado de la UE. Dado que el 30% de las mercancías presentes en la UE son importadas, la Comisión propone también reforzar las inspecciones de los puertos y las fronteras exteriores.