El estudio sobre Hábitos de los españoles en el consumo de vinos y cavas, elaborado por Iniciativa Cork, revela que el 84% de los encuestados se preocupa por elegir productos respetuosos con el medio ambiente, frente al 16% que reconoce prestar poca o ninguna atención a la sostenibilidad cuando consume.
El estudio pone de manifiesto, además, el alto nivel de conocimiento de los españoles respecto a los diferentes tipos de cierre y su impacto ambiental. El 88% de los participantes conoce las credenciales ambientales positivas del tapón de corcho, al que destacan por sus cualidades de producto natural, ecológico, reciclable y biodegradable.
De hecho, el tapón de corcho es el único método de cierre medioambientalmente sostenible y aliado clave contra el cambio climático, tal y como han demostrado estudios pioneros en España. A parte de contar con una huella de carbono positiva, contribuye también a la retención de CO2 de la atmosfera y genera unos servicios ambientales esenciales para el medio ambiente.
En el lado opuesto se sitúan los cierres artificiales, que incluyen tapones de plástico, rosca y silicona. El 75% de los españoles afirma conocer el impacto negativo que este tipo de cierres tiene sobre el medio ambiente. La gran huella ambiental de los tapones artificiales se deriva de los agresivos sistemas utilizados en su producción, de la contaminación de los combustibles fósiles, así como del abusivo consumo energético requerido para su transformación, prácticas que agravan el cambio climático.
La preferencia de los españoles por el tapón de corcho, con el 95% de los consumidores que elige el corcho como el mejor cierre para vinos y espumosos, se debe en gran medida al origen natural de la materia. Así, el 74% de los españoles destaca del tapón de corcho su condición de producto natural, seguido de otros valores positivos como calidad o tradición.
A pesar de que el medio ambiente va ganando terreno y posicionándose como factor destacado en el comportamiento del consumidor, el sistema de etiquetado actual de los vinos no permite saber si el tapón de la botella es de corcho o artificial. Ante esta situación, el estudio revela que ocho de cada 10 españoles solicitan incluir el tipo de cierre en las etiqueta de la botella para poder tomar una decisión de compra informada.
Albert Hereu, portavoz de la Iniciativa Cork y director del Icsuro, comenta que “cuando el consumidor elige un vino tapado con corcho está contribuyendo a preservar el medio ambiente y a luchar contra el cambio climático”.