El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado una serie de cambios en la Política Agracia Común (PAC) con los que se pretende simplificar la política agraria de la UE, aumentar la capacidad negociadora de los productores y prepararlos mejor ante imprevistos.
En concreto, esta serie de modificaciones, que entrarán en vigor en 2018 tras su aprobación en el Consejo de la UE, salieron adelante con 503 votos a favor, 87 en contra y 13 abstenciones.
Las nuevas reglas permitirán a todas las organizaciones agrarias reconocidas planear la producción y negociar contratos de suministro en nombre de sus miembros sin incumplir las normas de la UE sobre competencia. La negociación colectiva hasta ahora sólo estaba autorizada en unos pocos sectores, como la leche, el aceite de oliva, la ternera y los cereales.
Asimismo, los agricultores también contarán con mejores herramientas para protegerse contra la volatilidad del mercado y otros riesgos, como malas condiciones meteorológicas, plagas o enfermedades animales. Además, la Comisión Europea podrá responder de forma más rápida ante las crisis con medidas de apoyo excepcionales para el sector.
Por otro lado, los Estados miembros dispondrán a su vez de más flexibilidad a la hora de definir a los “agricultores activos”, es decir, potenciales receptores de subvenciones comunitarias. También podrán aumentar los “suplementos” para jóvenes agricultores (del 25% al 50% de sus pagos básicos por las primeras 25-90 hectáreas), con el objetivo de aumentar el atractivo del sector entre la juventud.
Según ha señalado el parlamentario alemán Albert Dess, “los cambios adoptados hoy harán nuestra política agraria más justa y sencilla, adaptada a las necesidades de los productores, y preparada para ofrecer a los consumidores europeos alimentos seguros”.