La industria de la alimentación y bebidas muestra un aumento de la producción del 1,8%, lo que permite confirmar la recuperación del sector superando niveles de producción real anteriores a la crisis.
En 2016, la producción nominal de la industria de alimentación y bebidas ascendió a 96.400 millones de euros, lo que supone un incremento del 1,3% respecto a 2015, según el último informe Mercasa.
A lo largo de 2016, las entradas de pedidos han ido perfilando un crecimiento de la actividad muy significativo con un avance anual del 3% que supone ascensos acumulados de la actividad del 17% con relación al año 2010.
Sin embargo, la industria de fabricación de bebidas crece menos de lo esperado (un 0,8%) debido a la importante capacidad instalada y los stocks de productos que han cubierto los avances de la demanda sin precisar grandes cambios en los niveles de producción.
El subsector más importante en la industria de alimentación y bebidas es la industria cárnica, que representa el 22,3%, seguido por la fabricación de bebidas (14,3%), aceites y grasas (10,6%), comidas para animales (9,4%) y productos lácteos (8,5%). Estos cinco sectores suponen casi dos terceras partes de la producción total y su aportación conjunta asciende a 62.717 millones de euros.
Respecto al año anterior, han ganado peso relativo en el total del sector alimentación y bebidas seis de las 10 actividades consideradas: industria cárnica; industria del pescado; productos de molinería; pan, pastelería y pastas; otros productos alimentarios; y, bebidas. En cambio, ha perdido significatividad la transformación de frutas y hortalizas; fabricación de grasas y aceites; industrias lácteas; y, productos de alimentación animal.
La subida de precios que ha experimentado la industria de la alimentación durante el año 2016 (1%) contrasta con la evolución del conjunto del sector industrial (2,9%). En el caso de la fabricación de bebidas, se ha producido una variación menor en el índice de precios (0,8%). Por su parte, el IPC de alimentos y bebidas no alcohólicas se ha elevado un 0,8%, una subida menor a la del conjunto de la economía (1,6%, concretamente). Esta estabilidad se explica tanto por la ligera elevación en los precios de los alimentos (0,8%) como en las bebidas no alcohólicas (0,1%) y en las bebidas alcohólicas (0,6%).
En este año, los precios de la mayoría de alimentos y bebidas han aumentado respecto a su nivel del año 2015. Destaca la subida en patatas y sus preparados (12,5%), aceites y grasas (9,0%) y las frutas en conserva y frutos secos (4,2%). Entre las partidas que presentan una caída en sus precios se encuentran la leche (-3,1%), la carne de ave (-1,9%) y la carne de porcino (-1,5%).
Las empresas de la industria de alimentación y fabricación de bebidas en España suponen el 16,3% del total de empresas de la industria manufacturera. En el sector agroalimentario, las empresas activas registradas en 2016 suman un total de 28.038 empresas, 147 menos que las existentes un año antes (no obstante, se puede matizar que la reducción coincide con empresas de pequeño tamaño). Esta minoración se explica por la caída en las empresas dedicadas tanto a alimentación como a la fabricación de bebidas.
Por otra parte, en este sector se mantiene la notable dualidad y atomización empresarial puesto que las microempresas (de 1 a 9 asalariados) alcanzan más del 50% del total mientras que las grandes empresas (más de 250 asalariados) no llegan ni al 1%.
Desde la perspectiva sectorial, las empresas dedicadas a la transformación de pescados son las que más disminuyen (-2,2%); las empresas de industrias cárnicas registran la segunda caída más importante (-2,0%); mientras, la fabricación de grasas y aceites (-1,3%) y la industria de panadería y pastas (-1,1%) también presentan variaciones negativas. Por el contrario, las empresas de productos de molinería han aumentado (un 3,4%) al igual que las empresas de transformación de frutas y hortalizas (un 1,9%).
El sector industrial de alimentación y bebidas ocupa en 2016 a casi 480.000 personas, sumando más de 9.500 ocupados durante el último ejercicio. La trayectoria del volumen de ocupados en el sector de alimentación y bebidas ha sido positivo aunque ha perdido representatividad en el sector industrial y en el conjunto de la economía (supone un 20,9% y un 2,4%, respectivamente).
En 2016 la creación de empleo se generaliza, aunque es el sector de la alimentación el que registra una tasa de crecimiento del empleo más elevada (ya representa el 88,3% del total de trabajadores).
Exportaciones
El sector de la alimentación y las bebidas ha estado tradicionalmente orientado al mercado exterior, como así lo demuestran sus elevados índices de apertura en términos de exportaciones. En 2016, las exportaciones de alimentos y bebidas se situaban en 27.500 millones de euros (el 11% de las exportaciones de bienes del país), un 8,4% por encima del valor exportado en 2015.
Para este mismo ejercicio, las importaciones españolas de productos de la alimentación y bebidas concentran cerca del 7% del total de importaciones de bienes de la economía (ascienden a 20.260 millones de euros, un 4,2% superior a 2015). Como resultado, en 2016, el superávit comercial ha alcanzado un valor de 7.240 millones de euros (un 20,8% superior al del año 2015).
Los principales mercados de destino de las exportaciones españolas de alimentos y bebidas son europeos y, fuera de la Unión Europea, destacan Estados Unidos (5,6%), China (4,0%) y Japón (2,4%).
En la clasificación por productos, los cárnicos y derivados del cerdo siguen siendo los más exportados con una cifra superior a los 4.420 millones de euros, seguidos del aceite de oliva (3.366 millones de euros), el pescado y sus conservas (2.905 millones) y el vino (2.745 millones). A estas cuatro partidas le siguen otros productos como las conservas vegetales, los dulces, la leche y lácteos, las aceitunas de mesa, la carne y derivados de bovino y los aceites de oleaginosas.
Los esfuerzos en I+D+i de la industria alimentaria siguen siendo significativos durante los últimos años. En relación con este aspecto, el número de empresas de la alimentación, bebidas y tabaco que han realizado este tipo de actividades se ha reducido ligeramente (un -0,6% las que lo realizan de manera continua y un -1,9% aquellas que lo han abordado de manera ocasional).
En 2016, el gasto en I+D realizado por las empresas de la industria de la alimentación, bebidas y tabaco ha disminuido un -7,6%, situándose en 534 millones de euros (se rompe la tendencia del último ejercicio que había contado con un ascenso del 3,5% en esta partida)