Hasta agosto de 2017, España ha exportado 1.514,5 millones de litros de vino, lo que supone un aumento del 3,3% en volumen, por valor de 1.776,7 millones de euros, con un incremento del 8,4%, a un precio medio de 1,17 euros por litro, según los datos de la Agencia Tributaria.
Por su parte, los datos referentes a agosto muestran crecimientos del 7,7% en valor y del 10,5% en volumen. Esta evolución positiva es lo que ha mejorado los datos globales de los ocho primeros meses del año.
Por productos, en términos de valor crece la facturación de todos los vinos tranquilos envasados, así como la de los espumosos y la de los vinos a granel con indicación de variedad y sin ninguna indicación. En términos de volumen, también crece el de todos los vinos tranquilos envasados, espumosos y vinos a granel con indicación de variedad.
Disminuye la producción mundial
Por otro lado, la Organización Internacional del Vino (OIV) ha estimado para este año una producción mundial de vino de 246,7 millones de hectolitros, lo que supone un descenso del 8,2% respecto a la de 2016. Según ha destacado el director general de la OIV en rueda de prensa, se trata de una de las producciones más escasas de las últimas décadas, fundamentalmente por causas climatológicas desfavorables.
Las estimaciones son históricamente bajas en los principales países productores de Europa: Italia (-23%, hasta los 39,3 millones hectolitros), Francia (-19%, hasta los 36,7 millones de hectolitros) y España (-15%, hasta los 33,5 millones de hectolitros). Alemania, Grecia y Bulgaria también reducen su producción, mientras que Portugal, Rumania, Hungría y Austria la aumentan. Fuera de la Unión Europea, la producción es bastante estable.
En cuanto al consumo mundial de vino, la OIV lo estima en una horquilla entre 240,5 y 245,8 millones de hectolitros.