Se espera que la producción alcachofa nacional se vaya a incrementar un 5% durante la campaña 2017/2018, lo que se traduce en 231.000 toneladas de producto, “pese a la competencia desleal de otros países”, tal y como ha asegurado la Asociación para la Promoción del Consumo de Alcachofa.
La entidad, que ha celebrado esta mañana su IV Asamblea Anual durante la feria Fruit Attraction, ha lamentado que esto se debe a que terceros países están muy poco regulados en todo lo referente al comercio exterior como sucede con la alcachofa de Egipto.
No obstante, la alcachofa seguirá, aproximadamente, la misma línea de crecimiento que ha venido teniendo en los últimos años, pasando de las 220.000 toneladas producidas en la temporada 2016/2017 a las 231.000 toneladas en la que comienza.
A pesar de este positivismo, los productores de alcachofa consideran que la ausencia de lluvias (apenas se producen desde 2014) puede debilitar el rendimiento del cultivo, aunque están acostumbrados a lidiar con unas condiciones climatológicas cada año más difíciles por el aumento de las temperaturas, entre otros problemas. “Si llueve algo y hace frío sin llegar a heladas fuertes, la campaña irá bien”, ha asegurado Pedro Herrera, vicepresidente de Alcachofa de España.
La falta de agua preocupa, principalmente, a los productores de una de las zonas de cultivo más grandes, Campo de Cartagena (Murcia), quienes están siendo muy azotados por esta problemática. A pesar de ello, las pérdidas que se puedan ocasionar en las zonas más afectadas se verán compensadas con un incremento de cerca del 20% en la producción de otras áreas como Valle del Guadalentín (Murcia), Vega Baja del Segura (Alicante), València, Navarra y Zafarraya (Granada).
“La alcachofa española se encuentra en un momento bueno, pero con ciertos miedos por la ausencia de agua, por lo que estamos trabajando duramente para que cada año la producción crezca, aunque no se perciba demasiado. En cambio, desde el gobierno no hay un compromiso firme por ayudar a dar una solución ni un plan nacional en condiciones”, denuncia Herrera.
Exportación a Francia
El encuentro ha finalizado con la participación del CEO de la empresa francesa Soleil Roi Internacional, Marcello Gomes, que importa alcachofa española. Este productor ha comentado que el consumo medio de esta verdura en Francia oscila entre los 900 gramos y el kilogramo por habitante al año. Esto ha supuesto un incremento en los últimos años, ya que han incidido en explicar los valores nutricionales entre la gente joven sobre todo.
Las toneladas de alcachofa en fresco que se producen en el país vecino alcanzan las 55.000, de las cuales el 20% se dirige a consumo nacional y el 80% se exporta, sobre todo, a Reino Unido. “La alcachofa que llega a Francia para cubrir la falta de abastecimiento entre noviembre y marzo es la blanca de Tudela y las híbridas Zambo y Calicó”, ha apuntado.
Por otro lado, la alcachofa en conserva y la congelada han seguido un crecimiento estable, pero no destacable, en la pasada temporada. El principal problema de cara a la campaña que empieza se focaliza en la segunda, a causa del alcaucil que se importa de países como Egipto (de donde procede entre el 25% y el 30% de la alcachofa congelada que se consume en España), que posee una calidad baja.
Ello puede provocar que el consumo y la demanda de las empresas de procesado en nuestro país desciendan y, por ende, que el precio del producto disminuya, según Antonio Navarro, director ejecutivo de Ultracongelados Azarbe, empresa socia de la entidad sin ánimo de lucro. A pesar de ello, la producción de alcachofa española para congelado ha experimentado un crecimiento del 15% en la temporada 2016/2017, alcanzando las 20.000 toneladas, mientras que la exportación se ha mantenido estable con su aumento anual del 15% aproximado.