El canal preferido por los españoles para adquirir carne es el supermercado. Los últimos datos disponibles del MAPAMA indican que el supermercado de proximidad distribuye el 59,7% del total la carne fresca que se adquiere en España y el 71,2% de la carne procesada.
Este formato se manifiesta también como el más económico, con una media de 5,46 euros el kilogramo en el caso de la carne fresca y de 9,31 euros, la carne procesada, según datos ofrecidos por la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas).
La asociación concluye que el consumo de carne se encuentra en un momento disruptivo marcado por la llegada de nuevas generaciones, que demandan otras maneras de preparar y comer carne.
Las nuevas tendencias están definidas por la demanda de piezas fáciles de elaborar y consumir; el concepto de lo saludable que se traduce en la apreciación de carnes blancas y bajas en grasa y sal –en el caso de las preparadas-; la demanda de la calidad, un concepto en el que el origen de las carnes cobra peso; el peso creciente del libre servicio aunque manteniendo el valor del carnicero como asesor -como valor orientativo, el 75% de la carne se vende al corte-; los preparados Premium, el caso de las hamburguesas combinadas con otros alimentos, y de los Meal Kits, las carnes listas para preparar y consumir.