La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha denunciado que España está entre los países de la Unión Europea en los que peor se paga la leche debido a que “muchas industrias imponen a los ganaderos contratos con un precio fijo de la leche”.
Así, las industrias impiden que el precio de la leche en origen evolucione, según las tendencias de mercado, en contraposición a lo que ocurre en el resto de Europa. Los ganaderos han denunciado que esta situación pone en peligro la viabilidad de las explotaciones lácteas del país.
Estas grandes industrias “hacen caer la balanza de los precios medios que recoge el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), en el que tienen un gran peso”, explican desde UPA. Esto causa también problemas en los contratos de las pocas empresas que utilizan indexación o referenciación de precios, ya que muchos de estos están parcial o totalmente referidos al FEGA.
Por todo ello, UPA ha explicado que “si las grandes industrias mantienen precios bajos es imposible que el conjunto del sector despegue si se permite la referenciación a FEGA”.
“Evidentemente, un precio fijo mantenido en el tiempo queda fuera de mercado”, ha explicado Román Santalla, secretario de Ganadería de esta organización. Sin embargo, UPA ha apuntado que “los contratos lácteos pueden extinguirse por mutuo acuerdo de las partes, por lo que está en manos de la industria solucionar este estancamiento, si quiere”.
España está entre los países de la Unión en los que peor se paga al ganadero, con un precio de 0,31 euros el litro, situándose a la altura de Hungría o Lituania.
Por este motivo, UPA se ha dirigido a la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL), que representa a una mayoría de empresas lácteas, para que exija a las mismas actualizar los contratos a precio fijo por renovación o acuerdo mutuo de las partes. La organización también ha tenido palabras para la gran distribución, a la que ha pedido que actualice la cadena de valor de la leche líquida.
Asimismo, UPA se ha puesto en contacto con el Ministerio de Agricultura y a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) y les ha recordado las características que deben cumplir los índices de referenciación.