El índice de precios de los alimentos de la FAO bajó un 1,3% en agosto con respecto al mes de julio, debido principalmente a la perspectiva de cosechas récord de cereales que hacen esperar un aumento de los inventarios.
Así, este descenso se debió en gran medida a una disminución del 5,4% en el índice de precios de los cereales, reflejando una fuerte caída en los precios del trigo a medida que mejoraban las perspectivas para la producción en la región del Mar Negro.
La FAO elevó sus previsiones de producción mundial de cereales a 2.611 millones de toneladas, un récord histórico. También se espera que Las existencias mundiales de cereales alcancen otro récord para el cierre de las temporadas en 2018.
La disminución de los precios de los alimentos en agosto puso fin a tres meses de aumentos consecutivos. A pesar de esto, el índice se mantenía un 6% por encima de su valor de un año antes.
Junto con los cereales, el índice de precios de la carne de la FAO bajó un 1,2% en agosto, mientras que el índice de precios del azúcar lo hizo en un 1,7%, arrastrado por las perspectivas favorables de cosecha de caña en los principales países productores y por la menor demanda internacional tras el al alza de aranceles impuesto por China e India.
Sin embargo, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO subió un 2,5%, impulsado por el aumento de las cotizaciones de los aceites de palma, soja, colza y girasol.
Por su parte, el índice de precios de productos lácteos de la FAO subió también un 1,4% en relación a julio, empujado por una mayor demanda de grasa láctea en Europa y América del Norte.