La incertidumbre en el sector productor exportador de frutas y hortalizas crece por el desarrollo de las negociaciones para la salida de Reino Unido de la UE, mientras que las exportaciones españolas a este país, en el primer semestre de este año, se han estancado.
En concreto, han registrado el mismo valor que en el mismo periodo de 2016, con 1.054 millones de euros, y el volumen se ha reducido un 1%, contabilizando 849,4 millones de toneladas, según datos de la Dirección General de Aduanas, procesados por Fepex.
La exportación de frutas y hortalizas a Reino Unido representó el 12,3% del total del volumen exportado por España en los primeros seis meses del año, que ascendió a 6,8 millones de toneladas, manteniendo la posición de tercer destino de los envíos españoles tras Alemania y Francia, poniendo en evidencia la importancia de este mercado para el sector español.
En concreto, la exportación de hortalizas a este país en el primer semestre ascendió a 500.997 toneladas, un 4% menos que en los seis primeros meses de 2016, siendo el grupo de coles, en el que se encuentran coliflor y bróculi, el que representó los mayores volúmenes, con 99.269 toneladas. Le sigue el tomate, con 74.852 toneladas y la lechuga con 740.730 toneladas. El valor de la exportación española de hortalizas a Reino Unido ascendió a 509,6 millones de euros, cifra similar al mismo periodo de 2016.
Respecto a la exportación de frutas, en el primer semestre ascendió a 348.463 toneladas, lo que supone un 3% más, siendo los cítricos las frutas más exportadas seguidas de sandía con 32.206 toneladas y fresa con 34.484 toneladas. El mejor comportamiento se observa en cereza, con un crecimiento del 24%, totalizando 10.617 toneladas, y la frambuesa con un 87% totalizando 4.469 toneladas. El valor de la exportación de frutas se situó en 545,1 millones de euro (+1%).
Ante la incertidumbre que genera el futuro acuerdo comercial que determinará las condiciones de acceso de las frutas y hortalizas frescas al mercado británico, Fepex considera “imprescindible” evitar cualquier tipo de barrera administrativa o arancelaria, que perjudicaría los intercambios y la competitividad de las producciones españolas y europeas con relación a países terceros también proveedores del mercado inglés.
“Es prioritario también mantener la homologación de la normativa existente en los distintos ámbitos que afectan al comercio hortofrutícola, como las medidas sanitarias y fitosanitarias”, destaca esta entidad.