La Comisión Europea ha acordado enviar equipos de investigación a Países Bajos, Bélgica, Alemania y Francia, los cuatro países más afectados por el caso de los huevos contaminados con fipronil, que ha afectado a 26 Estados miembros y 19 terceros países.
Según declaraciones del comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, tras el encuentro de ministros de Agricultura de los Veintiocho, que ha tenido lugar en Tallin (Estonia), el “impacto” del uso ilegal de este producto en las gallinas ponedoras ha alcanzado una importante “dimensión a escala de la UE” con cientos de explotaciones agrícolas cerradas.
Por ello se han previsto para finales de septiembre y principios de octubre misiones de investigación a estos cuatro estados miembros.
“Si bien el riesgo para la salud humana es bajo, las consecuencias de esta actividad criminal han impactado en gran medida la confianza del consumidor”, ha destacado Andriukaitis, que ha señalado que es importante obtener un “cuadro completo de lo sucedido”, ofrecer respuestas claras a los ciudadanos y asegurarse de que los que realizaron este tipo de negocio ilegítimo son “encontrados y llevados ante la justicia”.
El comisario de Salud y Seguridad Alimentaria ha recordado que la Comisión ha solicitado medidas específicas a nivel nacional para salvaguardar un alto nivel de protección de la salud pública, y que “personalmente” ha mantenido “una serie de llamadas con ministros alemanes, holandeses, belgas y austríacos para discutir el estado de la situación y las acciones a seguir”.
Asimismo, ha destacado que el Ejecutivo comunitario ha lanzado un ejercicio de vigilancia a escala de la Unión Europea para investigar el posible uso de sustancias ilegales en los ovoproductos y en las granjas productoras de huevos, y ha confirmado que todas las granjas sospechosas han sido cerradas y se han destruido huevos y huevos contaminados.
No obstante, Andriukaitis ha señalado que “aún queda trabajo por hacer” y que la UE siempre ha sacado lecciones de la llamada "crisis alimentaria", y ha afirmado que en el encuentro de alto nivel ministerial del 26 de septiembre en Bruselas se discutirá “cómo fortalecer el modo en el que las redes de la UE tratan con la seguridad y el fraude alimentario”.