Aunque la recogida de papel y cartón en España es todo un éxito, en los últimos años la calidad del material recuperado se ha deteriorado debido al incremento de impropios (materia orgánica, plásticos, metales o vidrio).
La elevada cantidad de impropios presentes en el papel y cartón procedente de la recogida selectiva municipal, que pueden alcanzar una media del 10% sobre el peso total, supone para el sector de la recuperación de papel y cartón un sobrecoste anual de entre 11 y 20 millones de euros, a lo que habría que sumar el lucro cesante por ventas no realizadas de cinco a siete millones de euros al no cumplir el material los requisitos de calidad, según un estudio realizado por la Mesa de la Nueva Recuperación de Aspapel.
Asimismo, según el estudio, por cada 1% de incremento en el contenido de impropios por encima de las ETMR (Especificaciones técnicas de los materiales recuperados), el sector soportaría un sobrecoste económico de casi tres millones de euros al año.
Este sobrecoste contempla los costes adicionales del transporte de esos impropios al almacén, su tratamiento en la planta de recuperación y su vertido (transporte a vertedero y tasa de vertido), el coste asociado al control de la calidad de ese material (caracterizaciones trimestrales) y el coste de aprovisionamiento (o compra al ayuntamiento de ese material impropio mezclado con el papel y el cartón).