La confianza del consumidor creció cinco puntos hasta junio de 2017, con respecto al cierre de 2016, situándose en 91 puntos, según el último Estudio Global de Confianza de los Consumidores elaborado por Nielsen.
Esta evolución se produce gracias a la recuperación económica que viven cada vez más familias, debido a una mejora de las cifras del paro, que al cierre del segundo trimestre del año se situó por debajo de los cuatro millones de desempleados por vez primera desde 2008.
Así, uno de cada cuatro españoles considera que su situación laboral dentro de 12 meses será buena o excelente, mientras que los que tienen una visión pesimista representan apenas el 16%. Eso sí, casi la mitad no muestra todavía grandes expectativas con respecto a su horizonte laboral.
Con respecto a sus finanzas personales, más de la mitad de los españoles ve con optimismo el estado de su tesorería doméstica de aquí a un año. Asimismo, el porcentaje de consumidores que piensa que el país ya no está en recesión ha escalado 12 puntos porcentuales, pasando de un 24% a finales de 2016 a un 36% en la actualidad.
Además, según el estudio, un 70% de los españoles cambió sus hábitos de gasto en el último año para ahorrar más. En este sentido, los recortes en la factura de la luz y del gas, por un lado, y el ocio fuera de casa, por otro, son los principales tijeretazos que aplican los españoles en su economía doméstica, ya que más de la mitad pone en marcha ambas medidas como medida de ahorro. Además, un 49% reconoce gastar también menos en ropa nueva.
Por el contrario, y una vez el consumidor sienta que la situación económica mejora, apenas seguirá metiendo la tijera al ocio fuera de casa, sino que continuará intentando ahorrar con la luz o el gas (un 44%). En cambio, apenas un 19% seguirá restringiendo sus salidas.
Gustavo Núñez, director general de Nielsen Iberia, asegura que “el mercado tiene dos grandes ejes de crecimiento en estos momentos, los precios y la confianza. Para tener esa confianza es vital el empleo, que nos alienta para salir y comprar más, incluso en un contexto de subida de precios. Y esto da pie a un tercer posible e importante eje de crecimiento, la revalorización de la oferta. Estamos en el mejor escenario de la última década para el consumo y hay que ser ágiles para aprovechar esta buena dinámica incipiente”.