El tratamiento térmico de la leche esterilizada (UHT) disminuye el valor nutritivo en comparación con la leche fresca pasteurizada o cruda, según un estudio realizado por el IRTA.
El estudio usó terneras recién nacidas como modelo para evaluar la absorción de proteína y el potencial de crecimiento de una misma leche que se ofreció cruda, pasteurizada, o esterilizada. Las terneras que consumieron leche pasteurizada crecieron lo miso que las que consumieron leche cruda, pero las que consumieron leche UHT crecieron menos. éstas últimas excretaron más nitrógeno (procedente de la proteína) por la orina que las que consumieron leche cruda o pasteurizada. Además, la leche UHT alteró la microflora intestinal y tendió a promover un estado inflamatorio de la mucosa intestinal en comparación con la leche cruda o la leche pasteurizada.
La leche UHT es la más consumida en España, principalmente por su conservación. El tratamiento térmico que recibe esta leche y el envasado en tetrabrik hacen que pueda mantenerse durante meses fuera de la nevera. La leche fresca pasteurizada, en cambio, tiene que estar siempre refrigerada y tiene una fecha de caducidad de pocos días.