La multinacional Heineken ha obtenido durante el primer semestre del año un beneficio neto de 1.036 millones de euros, lo que supone un 6% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Asimismo, el resultado bruto de explotación (ebitda) aumentó un 5,9 % con respecto 2016, hasta 1.805 millones de euros.
En concreto, la compañía cervecera ha facturado en estos primeros meses de año 10.475 millones de euros, lo que supone un 3,8% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. El crecimiento orgánico ha sido del 5,7% hasta junio.
En términos de volumen las ventas han alcanzado los 101,3 millones de hectolitros, un 4,4% más que en el primer semestre de 2016. Desde el punto de vista orgánico, supone un incremento del 2,6%.
Según ha destacado Jean-FranÇois van Boxmeer, CEO de la compañía, "hemos obtenido buenos resultados en el primer semestre, con las cuatro regiones contribuyendo positivamente al crecimiento orgánico en volumen, ingresos y ganancias operativas”.
“Una posición global bien equilibrada, una inversión sostenida en nuestras marcas de cerveza y sidra, innovaciones líderes en el mercado, y un enfoque en el negocio premium siguen diferenciando nuestra estrategia y apuntalando nuestro progreso”, ha añadido van Boxmeer, que destaca que “nuestras expectativas para el año completo no cambiarán".