Durante el pasado año se comercializaron 214 millones de litros de bebidas espirituosas, lo que ha supuesto un 4% más que en 2015. El canal de la hostelería representó el 59% de las ventas, con un crecimiento del 4,9 % respecto al año anterior, y Alimentación el restante 41%, con una subida del 2,6%.
Además, el sector de bebidas espirituosas aportó a la economía española un valor por importe de 7.585 millones de euros, lo que representa un 0,12% del PIB. Estas cifras confirman, según ha destacado el director ejecutivo de FEBE, Bosco Torremocha, que “estamos en una época de crecimiento después de unos años muy duros de crisis. Ya en 2015 comenzamos a recuperar parte de lo perdido y en 2016 estamos consolidando ese crecimiento”.
Los más de 75 millones de turistas extranjeros que visitaron España el año pasado han sido los motores de estos resultados. De hecho, los españoles son de los que menos consumo per cápita presentan en la Unión Europea. En concreto, se sitúa en 6,2 litros por persona y año, muy por debajo de la media europea.
Las marcas producidas en España han tenido un comportamiento muy positivo, con incrementos superiores al 4%, representando prácticamente el 50% del total del consumo. Las bebidas espirituosas son un sector eminentemente marquista y de valor añadido, de hecho durante el año 2016 las marcas blancas volvieron a descender (-3,7%).
De la producción total, el 60% se destinó a consumo nacional y el 40% restante a la exportación. Según los datos ofrecidos por FEBE, las exportaciones de bebidas destiladas se incrementaron en un 6% con respecto al 2015, alcanzando los 589 millones de euros. El brandy sigue siendo la categoría más exportada, y por mercados importadores destacan Filipinas, México y EEUU.
Del informe también se desprende que, tan solo en imposición indirecta (IVA e IIEE), los espirituosos contribuyeron al erario público con 1.300 millones de euros en 2016. Y es que, pese a representar únicamente el 4% del consumo total de bebidas con contenido alcohólico, las bebidas espirituosas contribuyen con el 72% de la recaudación por Impuestos Especiales.
Nuevos hábitos de consumo
Con la mejora de la economía, los españoles han recuperado el hábito del aperitivo y la sobremesa y, gracias a los esfuerzos de las marcas del sector, y el apoyo de los consumidores y de los profesionales de la hostelería, el tardeo y el afterwork se instauran como ocasiones para disfrutar de un espirituoso, destacan desde FEBE.
El estudio también avala la importancia de no perjudicar al consumo con subidas de impuestos, calculando el impacto que tendría una subida del IVA o del Impuesto Especial que grava el consumo de bebidas espirituosas. Los hosteleros nos han alertado de que una subida impositiva podría suponer una importante pérdida de empleos en este sector, ya que los márgenes en miles de establecimientos están ya muy ajustados y tendrían que recortar su personal.
Según Bosco Torremocha, “a partir de estos datos de la mejora de los indicadores, del aumento de la exportación, del tirón de la hostelería y del empleo con tanto impacto generado para la economía española, desde la Federación Española de Bebidas Espirituosas queremos ser optimistas de cara a 2017. Seguiremos trabajando para impulsar el sector y ayudar a la industria, por la promoción de un consumo moderado, responsable y consciente, apostando por la hostelería y sus profesionales, y contribuyendo a generar valor y asegurar la apuesta por la calidad y la innovación”.