La historia del comercio en Cataluña no se entendería sin la creación, el año 1959, del primer Caprabo, que se convirtió en el primer supermercado de iniciativa privada catalán y es hoy el supermercado más antiguo de España. Aquel año y aquella apertura fueron los impulsos necesarios para la modernización de la distribución comercial en Cataluña y España, que pasó de una estructura basada en los comercios de ultramarinos a la proliferación de supermercados.
Así se explica en Caprabo 1959-2009, un nuevo libro con material inédito que ha presentado el consejero delegado y director general de la compañía, Javier Amezaga. Escrito por el historiador Daniel Venteo para conmemorar el cincuenta aniversario de la compañía, Caprabo 1959-2009 es un documento imprescindible para entender la introducción, historia y desarrollo del comercio en Cataluña y España. La obra incluye un proceso de investigación que se ha traducido en la obtención de materiales inéditos que revelan, a través de cartas, fotografías, testimonios y documentos oficiales, los orígenes del modelo que hoy es tan habitual en nuestras calles: el supermercado.
La creación de los primeros supermercados en España fue el resultado de los proyectos de
modernización de la economía española de mediados de los años 50, en los que tuvieron una
participación destacada los llamados ministros tecnócratas de la dictadura franquista, como el ministro de Comercio, el economista Alberto Ullastres, que lideró la llamada «Operación Supermercados».
Caprabo 1959-2009 recoge cómo la iniciativa pública del Estado introdujo el modelo de autoservicio en España, a partir de una misión empresarial organizada por el Ministerio de Comercio que viajó a Estados Unidos en 1956. Allí estudiaron el funcionamiento de los grandes almacenes y, especialmente, de los supermercados, que ya en la década de los cincuenta contaban con todo el proceso logístico que más adelante se ha implantado alrededor del mundo, con contratos comerciales específicos con los proveedores locales, técnicas de envasado al vacío, planificación estratégica administrativa, inventarios exhaustivos, controles de calidad externos y un sistema de almacenes y transportes adaptados a las últimas tecnologías.