Los compradores digitales suponen el 50% de la población española, pero los minoristas online solo representan un 4,1% del total del retail, lo que refleja el escepticismo de los clientes. Por ello, las empresas capaces de ofrecer servicios digitales eficientes y seguros, con algún tipo de toque humano, serán las triunfadoras, tal y como ha señalado Solunion, compañía experta en seguros de crédito, que ha analizado el último informe sobre el sector retail de su accionista Euler Hermes.
Así, esta investigación revela que las ventas minoristas se estabilizaron en España al +2% en 2016, tras un gran esfuerzo para salir del terreno negativo. Un deterioro en la confianza del consumidor y una esperada ralentización en los gastos, empañan las previsiones.
Además, a largo plazo, la demografía podría plantear problemas. Para 2050, España podría perder el 11% de su población actual y un tercio de los habitantes se situarían por encima de los 65 años. Y el consumidor español prefiere la experiencia tradicional de compra física.
Por otro lado, las enormes deudas (apalancamiento del 185%) que registraron los minoristas en 2011, se encuentran ahora en un aceptable 100%. La rentabilidad se ha mantenido estable, cercana al 8,5% durante los últimos cinco años. Desde principios de año, el riesgo de impago es considerado “medio”. Logística y puntualidad son dos carencias que dificultan la productividad de los minoristas e inciden de forma negativa en la escasa confianza de los hogares en las compras online.
Por sectores, el informe revela que la moda sería el sector más aventajado y alimentación y medicamentos son los más expuestos a las cuestiones demográficas.
Asimismo, esta investigación examina el significativo impacto mundial de la digitalización y el cambio en la demanda en un sector que vio aumentar sus insolvencias dos tercios el año pasado. De esto modo, incluye la medición de riesgos, retos y oportunidades relacionados con la rápida digitalización del sector en doce países; Brasil, China, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, Rusia, Corea del Sur, España, Reino Unido y Estados Unidos.
Situación mundial
En concreto, las ventas nominales mundiales del sector retail han crecido un 4,8% al año durante la última década. Mientras la actividad online representaba un 9% de las ventas en 2016, esta tasa podría crecer hasta el 15% en 2020. Además de por la demanda y los suministros, esta aceleración está respaldada por las acciones de los nativos digitales y plataformas empresariales que están irrumpiendo en la industria y remodelándola.
Las fuertes guerras de precios han impactado en los recursos financieros de muchos actores tradicionales. Muchos minoristas establecidos no han conseguido adaptarse a la digitalización de la cadena de suministro y dirigirse al creciente reto de la experiencia cliente. Como resultado, la rentabilidad en el mundo disminuyó al 5,7% en 2016, desde el 8% de 2011.
Los grandes minoristas, con una facturación superior a los 10 millones de dólares, pagaron un duro precio: el número de grandes insolvencias en el mundo aumentó un +66% en 2016. En 2016, los minoristas se gastaron 2 billones de dólares en adquirir compañías tecnológicas, una fuerte subida desde los 148.000 millones de dólares.
El retail se encuentra en un momento clave. Muchos minoristas tradicionales tienen la necesidad urgente de repensar su modelo de negocio entero. De este modo, cinco serían los principales retos a los que se enfrentarán en los próximos cinco años los minoristas. Entre ellos destaca la omnicanalidad o necesidad de ofrecer a los clientes una experiencia parecida tanto en el mundo online, como por teléfono o en una tienda física.
Asimismo, también es un reto importante el coste de la presencia online, donde encontrar una mayor inversión y dificultad para los minoristas transitorios sin palancas de crecimiento que puedan contrarrestar un entorno de guerra de precios. También es necesario crear un viaje para el cliente móvil, gracias a la digitalización de la oferta y aprovechando el Internet de la Cosas. Por último, cabe destacar como reto la decisión a la que tendrán que hacer frente muchos minoristas en los próximos años: adaptarse o cerrar.