Con una media de 80 lanzamientos anuales, la industria española de bebidas refrescantes es una de las líderes mundiales en innovación y lanzamiento de nuevos productos. El sector da empleo a más de 30.000 personas, de forma directa e indirecta. Existen alrededor de 70 fábricas de las que salen más de 5.000 millones de litros de bebidas refrescantes al año.
Sus departamentos de I+D+i son de los que más recursos invierten ya que lanzar un nuevo sabor puede suponer entre 500 y 3.000 pruebas y requiere el trabajo de numerosos departamentos y el desarrollo de un gran número de analíticas, de formulación de variantes, de análisis sensorial, de estabilidad de producto de viabilidad industrial, etc.
El sector incluye grandes marcas con plantas que emplean a más de 600 personas, trabajando en distintos turnos, otras que ocupan varias hectáreas y con capacidad para fabricar 15 millones de botellas de refrescos al día, hasta pequeñas empresas familiares con menos de 5 trabajadores, que venden sus bebidas gaseosas por su comarca y alrededores.
La industria española de las bebidas refrescantes no ha sido ajena a la crisis macroeconómica y acumula un descenso de un 5% en lo que va de año. Esta caída ha venido asociada, en buena parte, al retroceso en más de un 10% del consumo en hostelería, clave para el sector de las bebidas refrescantes. Su importancia es tal que, según distintos estudios de hábitos de consumo que elabora periódicamente ANFABRA, “el 75% de los españoles prefiere beber refrescos fuera de casa y en compañía de amigos o familiares”. Sin embargo, la situación económica está modificando ciertos hábitos de los consumidores, que cada vez más hacen vida social en sus propias casas.
Las bebidas refrescantes en España están de aniversario. Las primeras fueron creadas por farmacéuticos y se tomaban para mejorar pequeñas afecciones como, por ejemplo, malestares estomacales. Existe constancia de que en 1834 farmacéuticos de Cataluña empezaron a elaborar los sifones en sus farmacias. Después llegaría la gaseosa que, durante décadas, estuvo presente en todos los hogares españoles. La gaseosa ha sido clave en la historia del sector. Esta bebida genuinamente española lideró el mercado durante décadas. Hacia 1930 se empiezan a hacer más conocidas las zarzaparrillas, las naranjadas, limonadas y una “gaseosa negra”, el refresco de cola, un sabor que ya era conocido en otros países. En primer refresco sin gas data de 1934.
Anfabra, la Asociación que agrupa al sector, ha celebrado en Oviedo la pasada semana su XXI Asamblea General. En este encuentro, los fabricantes actuales aprovecharon para conmemorar este aniversario y hacer un repaso por la evolución histórica del sector y por las cuestiones que afectan a la industria en nuestros días, como las actuales tendencias de producción o la coyuntura económica que ha marcado un descenso del consumo, especialmente en hostelería.